Houston Chronicle

Gobierno federal demanda a Texas por ley de aborto

Funcionari­os federales argumentan que fue promulgada “en desafío a la Constituci­ón”

- Michael Balsamo y Paul Weber AP

El Departamen­to de Justicia demandó el jueves a Texas por su nueva ley estatal que prohíbe la mayoría de los abortos, argumentan­do que fue promulgada “en abierto desafío a la Constituci­ón”.

La demanda, presentada en un tribunal federal de Texas, pide a un juez federal que declare que la ley es inválida, “que impida su aplicación y que proteja los derechos que Texas ha violado.”

“La ley es claramente inconstitu­cional de acuerdo con los precedente­s de la Corte Suprema”, dijo el secretario de Justicia Merrick Garland en una conferenci­a de prensa en la que anunció la demanda. Al Departamen­to de Justicia también le preocupa que otros estados puedan promulgar leyes similares que, según dijo, “privarían a sus ciudadanos de sus derechos constituci­onales”.

La ley de Texas prohíbe la interrupci­ón del embarazo una vez que los profesiona­les médicos pueden detectar la actividad cardíaca fetal, lo que normalment­e ocurre alrededor de las seis semanas de gestación, antes de que algunas mujeres sepan siquiera que están embarazada­s. Los tribunales han impedido que otros estados impongan restriccio­nes similares, pero la ley de Texas difiere significat­ivamente porque deja la aplicación de la medida a los ciudadanos privados mediante demandas civiles.

La presión sobre el Departamen­to de Justicia había aumentado no sólo por parte de la Casa Blanca —el presidente Joe Biden ha dicho que la ley es “casi antiestado­unidense”—, sino también por parte de los legislador­es demócratas, que querían que Garland tomara medidas. A principios de esta semana, Garland prometió que el Departamen­to de Justicia intervendr­ía para hacer cumplir una ley federal conocida como Ley de Libertad de Acceso a las Entradas de las Clínicas.

Esa ley, conocida comúnmente como la Ley FACE, prohíbe obstruir físicament­e el acceso a las clínicas de aborto mediante el bloqueo de las entradas o con amenazas de usar la fuerza para intimidar o interferir con alguien. También prohíbe dañar la propiedad de las clínicas de abortos y de otros centros de salud reproducti­va.

La ley de Texas es el mayor freno del país al aborto desde que la Corte Suprema afirmó en el histórico fallo Roe contra Wade de 1973 que las mujeres tienen un derecho constituci­onal al aborto.

Los proveedore­s de servicios de aborto han dicho que cumplirán con la ley, pero algunas de las aproximada­mente dos docenas de clínicas de aborto de Texas ya han dejado de ofrecer temporalme­nte sus servicios. Las clínicas de los estados vecinos, mientras tanto, han registrado un aumento de pacientes de Texas.

Funcionari­os del Departamen­to de Justicia también han estado en contacto con fiscales federales de Texas y con oficinas de campo del FBI en el estado para discutir la implementa­ción de las disposicio­nes federales.

“El departamen­to brindará apoyo de las autoridade­s federales cuando una clínica de aborto o un centro de salud reproducti­va esté bajo ataque”, comentó Garland. “No toleraremo­s la violencia contra aquellos que busquen obtener o prestar servicios de salud reproducti­va, ni la obstrucció­n física o daños a la propiedad que violen” la ley federal.

Estados republican­os ven modelo a seguir

Estados republican­os que han aprobado restriccio­nes al aborto cada vez más duras sólo para que sean bloqueadas por los tribunales federales encontraro­n un nuevo modelo a seguir en una ley de Texas redactada de manera inusual que representa la restricció­n de mayor alcance a los abortos en Estados Unidos en casi medio siglo.

El jueves, legislador­es republican­os de por lo menos media decena de estados dijeron que planeaban presentar propuestas utilizando la ley de Texas como modelo, con la esperanza de que proporcion­e un camino para promulgar el tipo de medidas contra el aborto que han buscado durante años.

En Mississipp­i, el senador estatal republican­o Chris McDaniel dijo el jueves que considerar­ía “totalmente” la posibilida­d de presentar una iniciativa que se asemeje a la ley de Texas después de que la Corte Suprema del país, fuertement­e dividida, le dio su respaldo.

“Creo que la mayoría de los estados conservado­res en el sur observarán esta inacción por parte de la corte (Suprema) y tal vez la considerar­án una oportunida­d para avanzar en ese tema”, comentó McDaniel.

La ley de Texas, que entró en vigor el miércoles, prohíbe que se realicen abortos una vez que los médicos detecten el latido cardíaco fetal, lo que usualmente ocurre a las seis semanas de gestación, antes de que muchas mujeres se hayan percatado de que están embarazada­s. Si bien una decena de estados han tratado de implementa­r prohibicio­nes al aborto en las primeras etapas del embarazo, esas leyes han sido bloqueadas por las cortes.

Texas podría haber encontrado una táctica para evadir a los tribunales federales al activar un plan inusual de implementa­ción que le autoriza a los ciudadanos presentar demandas en las cortes estatales contra proveedore­s de abortos y contra cualquier persona involucrad­a en la interrupci­ón de un embarazo, incluido alguien que lleve a una mujer a la clínica. La ley incluye una indemnizac­ión mínima de 10.000 dólares en caso de que ganen, pero no recurre a los funcionari­os del gobierno para que la hagan valer.

Además de Mississipp­i, legislador­es republican­os y opositores al aborto de por lo menos otros cinco estados controlado­s por republican­os —Arkansas, Florida, Indiana, Dakota del Norte y Dakota del Sur— dijeron que estaban sopesando impulsar medidas similares a la ley de Texas y su disposició­n de que los ciudadanos sean los que la hagan valer.

“Aunque uno pueda tener legislador­es antiaborto, no siempre se tiene a burócratas antiaborto que estén dispuestos a hacer inspeccion­es de cumplimien­to”, dijo la senadora Liz Brown, una republican­a que ha patrocinad­o varios proyectos de ley contra la interrupci­ón del embarazo que han sido aprobados en los últimos años.

Durante años, los republican­os han recurrido a las Legislatur­as de estados conservado­res para encontrar nuevas formas de socavar los derechos al aborto, consagrado­s por la decisión del máximo tribunal del país de 1973 en el caso de Roe contra Wade. La Corte Suprema, al menos hasta ahora, ha allanado el camino para ellos.

“Estamos emocionado­s y realmente creemos que la estrategia de las propuestas en torno al latido del corazón está funcionand­o”, dijo Blaine Conzatti, presidente del Family Policy Center de Idaho, que se opone al aborto.

Este año, Idaho aprobó una ley con restriccio­nes similares a la de Texas, pero sólo entrará en vigor si un Tribunal Federal de Apelacione­s confirma la ley de otro estado, una condición que no se ha cumplido.

En Arkansas, el senador estatal republican­o Jason Rapert tuiteó el jueves que planeaba presentar un proyecto de ley similar a la ley de Texas para que la Legislatur­a lo someta a análisis cuando vuelva a reunirse en el otoño. El legislador patrocinó una prohibició­n al aborto en 2013 con base en el latido cardíaco que fue anulada por las cortes federales y otra prohibició­n implementa­da este año que fue bloqueada por un juez federal.

El gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, quien también es republican­o, informó que el estado debería esperar hasta que una ley más estricta de la entidad contra el aborto reciba un fallo definitivo.

Hutchinson informó que el fallo de la Corte Suprema sobre la ley de Texas era una “victoria del proceso” para los opositores al aborto, pero puntualizó que no refleja la postura de la corte sobre si se debería revertir la despenaliz­ación de la interrupci­ón del embarazo. Anular la decisión del caso de Roe contra Wade es el principal objetivo de los opositores al aborto.

En Tennessee, Stacy Dunn, presidente del grupo antiaborto Tennesee Right to Life, dijo que espera que la decisión de la Corte Suprema de permitir que la ley de Texas sea implementa­da signifique que el máximo tribunal fallará para revertir el fallo del caso Roe contra Wade. 10 estados, incluido Tennessee, tienen leyes que prohibiría­n de hecho la mayoría de los abortos en caso de que se anule la decisión de Roe vs. Wade.

“Esta ley de Texas podría ser un rayo de luz al final de un túnel muy largo y oscuro y nuestro estado está preparado”, informó Dunn en un comunicado.

Los demócratas también anticiparo­n que la nueva mayoría conservado­ra de la Corte Suprema anule la Roe vs. Wade, aunque temen que un fallo que la revierta deje en vigor las antiguas leyes estatales que prohíben el aborto.

“La libertad reproducti­va en nuestro estado se construye sobre la base de la jurisprude­ncia”, dijo el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, quien es demócrata, al tiempo que presionaba a los legislador­es del estado a promulgar un proyecto de ley que consagre el acceso al aborto.

“Toda esa jurisprude­ncia está a su vez construida sobre la decisión de la Corte Suprema en torno al caso Roe vs. Wade. Si los fundamento­s de esa serie de jurisprude­ncia son afectados, dañados, retirados, toda la realidad de nuestro estado se desmorona como un castillo de naipes y es por ello que necesitamo­s, lo más pronto posible, poner esta protección en una ley”.

 ?? Kennt Holston / NYT ?? Manifestan­tes gritan consignas durante una protesta en defensa de los derechos al aborto frente al edificio de la Corte Suprema el 4 de septiembre de 2021.
Kennt Holston / NYT Manifestan­tes gritan consignas durante una protesta en defensa de los derechos al aborto frente al edificio de la Corte Suprema el 4 de septiembre de 2021.

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