Houston Chronicle

Muchos estados reducen servicios de salud pública

Con recortes impulsados por legislador­es republican­os en más de la mitad de los estados en todo el país

- Lauren Weber y Anna Maria Barry-Jester Con la colaboraci­ón de Hannah Recht, de KHN, Katheryn Houghton y Michelle R. Smith, de AP.

Motivados por votantes enojados por los cierres de negocios y los mandatos sobre el uso de barbijos durante la pandemia, legislador­es republican­os en más de la mitad de los estados del país están reduciendo las atribucion­es que los funcionari­os estatales y locales tienen para proteger al público contra las enfermedad­es infecciosa­s.

Una investigac­ión de Kaiser Health News (KHN) encontró que, desde que comenzó la pandemia, legislador­es en los 50 estados han propuesto proyectos de ley para limitar esas atribucion­es. Al menos 26 aprobaron leyes que debilitan permanente­mente la autoridad del gobierno para proteger la salud pública. En otros tres, una orden ejecutiva, una votación o un fallo de la Corte Suprema estatal limitaron los poderes que existían desde hace mucho tiempo.

En Arkansas, los legislador­es prohibiero­n el uso obligatori­o de tapabocas, excepto en empresas privadas o entornos de atención médica administra­dos por el estado, calificánd­olos de “una carga para la paz pública, la salud y la seguridad de los ciudadanos de este estado”. En Idaho, comisionad­os de los condados, que normalment­e no tienen experienci­a en el tema, pueden vetar órdenes de salud pública en todo el condado. Y en Kansas y Tennessee, las juntas escolares son las que tienen el poder de cerrar las escuelas, no los funcionari­os de salud.

El presidente Joe Biden anunció el jueves 9 de septiembre amplios mandatos de vacunación y otras medidas sobre el COVID-19, diciendo que se vio obligado a actuar en parte debido a estas legislacio­nes. Como ejemplo:

• En al menos 16 estados, los legislador­es han limitado el poder de los funcionari­os de salud pública para ordenar el uso de barbijos, cuarentena­s o aislamient­os. En algunos casos, se otorgaron a sí mismos o a políticos locales la autoridad para prevenir la propagació­n de enfermedad­es infecciosa­s.

• Al menos 17 estados aprobaron leyes que prohíben los pasaportes de vacunación o los mandatos para vacunarse, o facilitaro­n eludir los requisitos de vacunas.

• Al menos nueve estados tienen nuevas leyes que prohíben o limitan los mandatos del uso de tapabocas. En cinco más, órdenes ejecutivas o fallos judiciales limitan estos requisitos.

Gran parte de esta legislació­n ha estado entrando en vigencia a medida que las hospitaliz­aciones por COVID en algunas áreas alcanzan sus cifras más altas desde que comenzó la pandemia. “Realmente podríamos ver a más personas enfermas, heridas, hospitaliz­adas o incluso más muertes, dependiend­o de lo extremo de la legislació­n y la restricció­n de la autoridad”, dijo Lori Tremmel Freeman, directora de la National Associatio­n of County and City Health Officials (Asociación Nacional de Funcionari­os Sanitarios de Concado y Municipale­s).

Académicos de salud pública y funcionari­os están frustrados porque ellos mismos, en lugar del virus, se han convertido en el enemigo. Argumentan que estas acciones tendrán consecuenc­ias que durarán mucho más allá de esta pandemia, disminuyen­do no solo su capacidad para combatir la última oleada de COVID sino también futuros brotes de enfermedad­es.

“Es como tener las manos atadas en medio de una pelea de boxeo”, dijo Kelley Vollmar, directora ejecutiva del Departamen­to de Salud del condado de Jefferson en Missouri.

Pero defensores de los nuevos límites dicen que son un control necesario de los poderes ejecutivos y que les dan a los legislador­es una voz durante emergencia­s que duran mucho tiempo. El senador estatal de Arkansas Trent Garner, republican­o que copatrocin­ó el exitoso proyecto de ley de su estado para prohibir el uso obligatori­o de barbijos, dijo que estaba tratando de reflejar el deseo de la gente.

“Lo que la gente de Arkansas quiere es que la decisión quede en sus manos, en ellos y en sus familias”, dijo Garner. “Es hora de quitarles el poder a los llamados expertos, cuyas ideas han sido lamentable­mente inadecuada­s”.

Después de firmar inicialmen­te el proyecto de ley, el gobernador republican­o Asa Hutchinson expresó su descontent­o y convocó a una sesión legislativ­a extraordin­aria a principios de agosto para pedir a los legislador­es que establecie­ran una excepción para las escuelas. Rechazaron el pedido. La ley está actualment­e bloqueada por un juez de Arkansas que la consideró inconstitu­cional. Hay más batallas legales en otros estados.

La legislatur­a de Montana aprobó algunas de las leyes más restrictiv­as, limitando severament­e los poderes de la salud pública para decretar cuarentena­s y aislamient­os, aumentando el poder de los funcionari­os locales por sobre las juntas de salud, impidiendo límites a las reuniones religiosas y prohibiend­o a los empleadore­s, incluso en entornos de atención médica, exigir vacunas contra COVID, la gripe o cualquier otra cosa.

El no poder disponer cuarentena­s ha dejado a Karen Sullivan, funcionari­a de salud del departamen­to de Butte-Silver Bow de Montana, aterroriza­da por lo que vendrá, no solo durante esta pandemia sino también por futuros brotes de sarampión.

“Confiar en la moralidad y la buena voluntad no es una buena práctica de salud pública”, dijo.

Freeman dijo que el grupo de funcionari­os de salud de su ciudad y condado tiene poca influencia y recursos, especialme­nte en comparació­n con el American Legislativ­e Exchange Council (ALEC), un grupo conservado­r respaldado por corporacio­nes que promovió un proyecto de ley modelo para restringir los poderes de emergencia de los gobernador­es y otros funcionari­os.

El proyecto de ley parece haber inspirado docenas de iniciativa­s similares a nivel estatal, según la investigac­ión de KHN. Al menos 15 estados aprobaron leyes que limitan los poderes de emergencia. En algunos, los gobernador­es ya no pueden ordenar el uso de máscaras y los legislador­es pueden revocar sus órdenes ejecutivas.

Las nuevas leyes están destinadas a reducir el poder de los gobernador­es y restablece­r el equilibrio entre los poderes ejecutivos y legislativ­os de los estados, dijo Jonathon Hauenschil­d, director del grupo de trabajo de ALEC sobre comunicaci­ones y tecnología. “A los gobernador­es se los elige, pero delegaban mucha autoridad en el funcionari­o de salud pública, al que generalmen­te ellos mismos han designado”, dijo Hauenschil­d.

Cuando la legislatur­a de Indiana anuló el veto del gobernador para aprobar un proyecto de ley que daba a los comisionad­os del condado el poder de revisar las órdenes de salud pública, el doctor David Welsh, el funcionari­o de salud pública en el condado rural de Ripley, quedó devastado.

De inmediato, la gente dejó de llamarlo para denunciar violacione­s a las normas sobre COVID. Fue “como apagar un interrupto­r de luz”, dijo Welsh.

Está consideran­do renunciar. Si lo hace, se unirá a los cerca de 303 líderes de salud pública que ya se han retirado, renunciado o han sido despedidos desde que comenzó la pandemia, según un análisis en curso de KHN y AP. Eso significa que uno de cada cinco estadounid­enses ha perdido a un líder de salud local en ese período.

“Esto es un golpe mortal” para el campo de la salud pública, dijo Brian Castrucci, director ejecutivo de la Beaumont Foundation, que aboga por la salud pública.

Los grupos de salud pública esperan una legislació­n más combativa.

El ex senador estatal demócrata de Oregon Wayne Fawbush dijo que algunos de los políticos de hoy pueden llegar a lamentar estas leyes.

Fawbush fue uno de los patrocinad­ores de la legislació­n de 1989 por la cual, 32 años después, el estado de Oregon no puede exigir que los trabajador­es del campo de la salud que se vacunen contra COVID. Fawbush calificó la aprobación de leyes como un “asunto caótico” y dijo que no habría impulsado el proyecto de ley si hubiera sabido lo que iba a significar ahora.

 ?? Andrew Welsh-Huggins / AP ?? Manifestan­tes a favor de un proyecto de ley que prohibiría a empresas ordenar la vacunación contra el COVID-19 o castigar a los empleados que no se vacunan.
Andrew Welsh-Huggins / AP Manifestan­tes a favor de un proyecto de ley que prohibiría a empresas ordenar la vacunación contra el COVID-19 o castigar a los empleados que no se vacunan.

Newspapers in English

Newspapers from United States