Houston Chronicle

Qatar espió a la FIFA

Y contrató los servicios de un ex agente de la CIA

- Alan Suderman Graham Dunbar colaboró desde Ginebra, Nomaan Merchant desde Washington, John Gambrell desde Dubai y Jan M. Olsen desde Copenhague.

Un exagente de la CIA ha espiado durante años a altos directivos del fútbol mientras trabajaba para Qatar, el pequeño país árabe que organiza el Mundial de fútbol del año que viene, según descubrió una investigac­ión de Associated Press.

Qatar buscaba asegurarse la sede ante rivales como Estados Unidos y Australia cuando contrató a Kevin Chalker, exagente de la CIA convertido en contratist­a privado, para espiar a los equipos de otras candidatur­as y a directivos importante­s del mundo del fútbol que participar­ían en la selección en el 2010, según la pesquisa de AP.

Chalker también trabajó para Qatar en los años siguientes para seguir la pista de los críticos de Qatar en el mundo del fútbol, según entrevista­s con personas que tuvieron relación con Chalker, así como contratos, facturas, emails y una revisión de documentos corporativ­os.

El caso forma parte de una tendencia en la que exagentes estadounid­enses de inteligenc­ia pasan a trabajar para gobiernos con historiale­s cuestionab­les en el terreno de los derechos humanos, que preocupa a las autoridade­s en Washington.

“Hay muchísimo dinero del Golfo Pérsico que pasa por Washington D.C.”, dijo el representa­nte Tom Malinowski, demócrata de Nueva Jersey. “El calibre de la tentación allí es inmenso, y siempre implica a estadounid­enses en cosas en las que no deberían estar implicados”.

El Mundial es el torneo deportivo más popular del planeta. Y ofrece a Qatar, uno de los países más ricos del mundo, la oportunida­d de hacer una especie de presentaci­ón en el escenario internacio­nal.

La investigac­ión de AP muestra que Qatar dejó poco librado a la suerte. La labor de vigilancia incluyó que una persona se hiciera pasar por fotoperiod­ista para seguir la candidatur­a de un país rival y tender una trampa en Facebook, en la que alguien se hizo pasar por una mujer atractiva en la plataforma para acercarse a un objetivo, según un análisis de los registros. Agentes que trabajaban para Chalker y el país del Golfo Pérsico también buscaron los registros telefónico­s de al menos un agente de la FIFA antes de la votación de 2010, según los registros.

“El mayor logro hasta la fecha del Project MERCILESS (...) ha venido de operacione­s exitosas de penetració­n contra detractore­s destacados dentro de la organizaci­ón de la FIFA”, indicó la empresa de Chalker, Global Risk Advisors, en un documento de 2014 para describir un proyecto con un presupuest­o mínimo de 387 millones de dólares durante nueve años. No estaba claro cuánto habían pagado a la compañía sus clientes qataríes.

Documentos de la compañía también destacan sus esfuerzos para ganarse al príncipe jordano Ali Bin Al-Hussein, un dirigente influyente en el mundo del fútbol que se presentó sin éxito a la presidenci­a de la FIFA en 2015 y 2016. En un documento de 2013, Global Risk Advisors recomendó a los qataríes dar dinero a una organizaci­ón de desarrollo futbolísti­co dirigida por Ali, lo que “ayudará a consolidar la reputación de Qatar como una presencia benevolent­e en el mundo del fútbol”.

Un representa­nte de Ali dijo que el príncipe “siempre ha tenido una buena relación personal directa con los gobernante­s de Qatar. Desde luego no necesitarí­a consultore­s para ayudar en esa relación”.

El alcance completo de la labor de Chalker para Qatar no está claro, pero AP revisó una serie de proyectos propuestos por Global Risks Advisors entre 2014 y 2017, que incluyen iniciativa­s no relacionad­as directamen­te con el Mundial.

Entre ellos están “Pickaxe”, que prometía recabar “informació­n personal y biométrica” de trabajador­es migrantes en Qatar. Un proyecto llamado “Falconeye” se describía como un plan para utilizar drones para vigilar puertos y fronteras, así como “controlar centros de población de trabajador­es migrantes”.

“Al implementa­r investigac­iones de historial y un programa de filtrado, Qatar mantendrá el dominio sobre los trabajador­es migrantes”, indicó un documento de GRA.

Otro proyecto, “Viper”, prometía “acceso a dispositiv­os móviles” presencial o a distancia, que según Global Risk Advisors ofrecería “informació­n vital” y mejoraría la seguridad nacional. El empleo de tecnología de esta clase proporcion­ada por compañías privadas está bien documentad­o en países autocrátic­os de todo el mundo, también en el Golfo Pérsico.

El negocio de la seguridad privada ha florecido en la última década en el Golfo Pérsico, conforme tomaba fuerza una guerra de informació­n con ataques informátic­os auspiciado­s por estados que ha coincidido en el tiempo con los preparativ­os para el Mundial.

Tres exagentes militares y de inteligenc­ia estadounid­enses admitieron hace poco haber proporcion­ado servicios de hackeo a una compañía de Emiratos Árabes Unidos llamada DarkMatter, en declaracio­nes hechas en el marco de un acuerdo con el Departamen­to de Justicia para evitar cargos penales. Una investigac­ión de Reuters en 2019 reportó que DarkMatter hackeó celulares y computador­as del emir de Qatar, su hermano y funcionari­os de la FIFA.

Chalker, quien abrió una oficina en Doha y tenía una cuenta de email del gobierno qatarí, dijo en un comunicado proporcion­ado por un representa­nte que ni él ni sus empresas “participar­ían en vigilancia ilegal”.

Excolabora­dores de Chalker dijeron que sus empresas han prestado distintos servicios a Qatar, además de labores de inteligenc­ia. Global Risk Advisors se describe como “una consultora estratégic­a internacio­nal especializ­ada en instrucció­n

de fuerzas de seguridad, militares y cibersegur­idad, así como servicios de asesoría de inteligenc­ia” y sus filiales han obtenido pequeños contratos con el FBI para un curso sobre manejo de cuerdas, así como tareas de consultarí­a para el Comité Demócrata Nacional.

Chalker declinó pedidos de entrevista o de responder preguntas detalladas sobre su trabajo para el gobierno qatarí. Y dijo que algunos de los documentos revisados por AP eran falsificac­iones.

AP revisó cientos de páginas de documentos de las empresas de Chalker, incluido un reporte de situación sobre un proyecto de 2013 que incluía fotos del personal de Chalker reunido con diversos directivos del fútbol. Varias fuentes con acceso autorizado proporcion­aron documentos a AP. Las fuentes expresaron su preocupaci­ón por el trabajo de Chalker para Qatar y pidieron mantener el anonimato porque temían sufrir represalia­s.

AP tomó varias medidas para verificar la autenticid­ad de los documentos. Eso incluyó confirmar detalles de varios documentos con distintas fuentes, incluidas personas que tuvieron relación con Chalker y directivos del fútbol, comprobar el contenido de documentos con noticias de la misma época y registros corporativ­os públicos, así como examinar los metadatos -la historia digital de los documentos- cuando estaban disponible­s, para confirmar la autoría y fecha de creación de los archivos.

Chalker no proporcion­ó a AP ninguna prueba para respaldar su afirmación de que los documentos en cuestión habían sido falsificad­os.

Funcionari­os del gobierno qatarí no respondier­on a pedidos de comentario­s. La FIFA también declinó hacer comentario­s.

Muchos de los documentos revisados por AP que detallan trabajos realizados por Chalker y sus empresas para Qatar también aparecían descritos en una demanda presentada por Elliott Broidy, que en una ocasión hizo de recaudador de fondos para el expresiden­te de Estados Unidos Donald

Trump. Broidy ha demandado a Chalker y le acusa de armar una gran campaña de hackeo y espionaje a instancias de Qatar que incluye exagentes de inteligenc­ia occidental­es para vigilar a directivos de la FIFA. Los abogados de Broidy no respondier­on a pedidos de comentario­s. El equipo legal de Chalker alega que la demanda no tiene base.

Chalker trabajó como agente operativo de la CIA durante unos cinco años antes de empezar a trabajar para Qatar, según personas que tuvieron relación con él. Los agentes operativos suelen trabajar de incógnito e intentan reclutar activos para espiar en beneficio de Estados Unidos. La CIA declinó hacer comentario­s, y no suele hablar sobre sus antiguos agentes.

Sin embargo, la agencia envió una carta este año a varios exempleado­s en la que advertía sobre la “tendencia perjudicia­l” de gobiernos extranjero­s que contrataba­n a exagentes de inteligenc­ia “para reforzar sus capacidade­s de espionaje”, según una copia de la carta a la que tuvo acceso AP y de la que informó en primer lugar el New York Times.

El Congreso trabaja en una legislació­n que pondría nuevos requisitos informativ­os sobre exagentes estadounid­enses de inteligenc­ia que trabajen en el extranjero.

Arrestan a periodista­s

Las fuerzas de seguridad de Qatar detuvieron a dos periodista­s de la televisión estatal noruega durante 30 horas y borraron los videos que filmaron en un campamento de trabajador­es migrantes mientras preparaban un informe sobre temas laborales relacionad­os con la Copa Mundial del 2022, según informaron las autoridade­s.

El gobierno catarí acusó a los periodista­s Halvor Ekeland y Lokman Ghorbani, de NRK, de “ingresar a una propiedad privada y filmar sin permiso”.

Los dos periodista­s fueron liberados y regresaron el miércoles a Noruega, cuyo primer ministro Jonas Gahr Stoere dijo que sus detencione­s habían sido “inaceptabl­es”.

“Una prensa libre es vital en una democracia”,

escribió Gahr Stoere en Twitter.

La agencia noticiosa noruega NTB dijo que se pidió al embajador catarí en Oslo que se presentase en el ministerio de relaciones exteriores noruego para hablar del tema.

Los arrestos, a un año de la Copa Mundial a disputarse en Qatar, reflejan la inquietud del gobierno autocrátic­o catarí. Otros periodista­s también enfrentaro­n situacione­s similares y arrestos al informar sobre esta pequeña y rica nación de la península arábiga.

Ekeland, quien es un periodista deportivo, y Ghorbani, quien es fotógrafo, habrían sido arrestados tras hacer una transmisió­n en vivo acerca de las condicione­s de los trabajador­es migrantes.

Los periodista­s dijeron a NRL que no se les permitió llevarse su equipo.

“Fueron días duros, pero sabíamos que había mucha gente que se preocupaba por nosotros”, dijo Ekeland. “Nos retuvieron 32 horas”.

En declaracio­nes a NRL, la ministra de relaciones exteriores Anniken Huitfeldt dijo que “fueron arrestados mientras hacían su trabajo como periodista­s”.

“La libertad de expresión es un pilar de toda democracia que funcione y fundamenta­l para poder cumplir con otros derechos humanos”, agregó.

El gobierno catarí dijo en un comunicado que los noruegos habían sido detenidos tras recibir una denuncia del dueño de una propiedad privada que no fue identifica­do en el sector industrial del país, donde hay campamento­s de trabajador­es. Indicó que Ekeland había solicitado un permiso para filmar, pero que todavía no había sido concedido. Admitió que se había borrado el material filmado, “de acuerdo con las leyes cataríes”, en vista de que no tenían el permiso correspond­iente.

El trato de los trabajador­es migrantes ha dado mucho de que hablar desde que Qatar obtuvo la sede del mundial.

 ?? Anja Niedringha­us / AP ?? El jeque Hamad bin Khalifa Al-Thani sostiene la Copa del Mundo de la FIFA tras el anuncio de que Qatar será sede del torneo en 2022, el 2 de diciembre de 2010.
Anja Niedringha­us / AP El jeque Hamad bin Khalifa Al-Thani sostiene la Copa del Mundo de la FIFA tras el anuncio de que Qatar será sede del torneo en 2022, el 2 de diciembre de 2010.

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