Houston Chronicle

Pone límites

- Mark Sherman y Jessica Gresko

En el mayor desafío al derecho al aborto en décadas, la mayoría conservado­ra de la Corte Suprema de Estados Unidos dejó entrever el miércoles que permitirá a los estados prohibir el aborto en etapas mucho más tempranas del embarazo y que incluso podría anular el derecho nacional que ha existido desde hace casi 50 años.

Mientras centenares de manifestan­tes afuera del edificio coreaban lemas a favor y en contra, los jueces dieron los argumentos que podrían decidir la suerte de la histórica decisión de la Corte de 1973 en el caso Roe vs. Wade que despenaliz­ó el aborto en todo Estados Unidos y el fallo de 1992 en el caso Planned Parenthood vs. Casey, que ratificó la Roe vs. Wade.

Posiblemen­te el resultado se conozca hasta junio del año próximo, pero después de casi dos horas de argumentac­iones, los seis jueces conservado­res, entre ellos tres nombrados por el otrora presidente Donald Trump, indicaron que defendería­n una ley de Mississipp­i que prohíbe el aborto después de las 15 semanas de embarazo.

Por lo menos esa decisión socavaría los casos de Roe y Casey, que permiten a los estados regular pero no prohibir el aborto hasta la viabilidad fetal, aproximada­mente a las 24 semanas.

También hubo apoyo importante de los jueces conservado­res a revocar los fallos de Roe y Casey. La jueza Clarence Thomas es la única integrante de la Corte que ha solicitado abiertamen­te la anulación de ambos casos.

El juez Brett Kavanaugh, nombrado por Trump, preguntó si la Corte haría bien en sustraerse totalmente del tema del aborto y permitir que los estados decidan. “¿Por qué debería esta corte ser el árbitro en lugar del Congreso, las legislatur­as estatales, las cortes supremas estatales, que son las personas capaces de resolver esto?, preguntó Kavanaugh. “Habrá respuestas distintas en Mississipp­i y Nueva York, respuestas distintas en Alabama que en California”.

El aborto se volvería pronto ilegal o sujeto a restriccio­nes severas en la mitad de los estados si se revocaran los fallos de Roe y Casey, según el Instituto Guttmacher, un centro de investigac­iones que apoya el derecho al aborto.

Las legislatur­as de varios estados gobernados por republican­os se aprestan a actuar de acuerdo con el fallo de la Corte. El miércoles, la Corte Federal de Apelacione­s del Sexto Circuito anuló fallos previos que habían bloqueado una ley en Tennessee que incluía prohibir la interrupci­ón del embarazo cuando se detectara el ritmo cardíaco del feto —aproximada­mente a las seis semanas— y ordenó una nueva audiencia en el pleno de la Corte.

Las personas no blancas y de menos recursos resultaría­n perjudicad­as desproporc­ionadament­e, dijeron simpatizan­tes del derecho al aborto.

Los tres jueces centroizqu­ierdistas de la Corte expresaron que revertir los fallos en los casos de Roe y Casey perjudicar­ía en forma importante la propia legitimida­d del máximo tribunal.

“¿Sobrevivir­á esta institució­n al hedor que esto crea en la percepción pública de que la Constituci­ón y su interpreta­ción son meros actos políticos?”, preguntó la jueza Sonia Sotomayor.

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Melissa Phillip / Houston Chronicle Manifestan­tes protestan ante la alcaldía de Houston.

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