Houston Chronicle

Ómicron amenaza con estropear época de fiestas

La nueva variante se está esparciend­o por todo el país justo antes de las reuniones familiares por la Navidad y el Año Nuevo

- Laura Ungar y Carla K. Johnson Este artículo fue complement­ado con informació­n de Collin Binkley. La AP recibe apoyo para sus coberturas de salud y ciencia de parte del Departamen­to de Educación Científica del Instituto Médico Howard Hughes.

La nueva variante ómicron del coronaviru­s avanza en Estados Unidos y amenaza con estropear las fiestas de año y abrumar los hospitales, que aún no se recuperan del caos causado la por la variante delta.

La Casa Blanca insistió el miércoles pasado en que no hay necesidad de ordenar un confinamie­nto colectivo, ya que las vacunas están totalmente disponible­s y a todas luces protegen contra los síntomas graves del COVID-19, pero aun si la ómicron causa síntomas más leves que la delta, parece ser capaz de evadir vacunas y presenta particular­mente una amenaza para los ancianos y las personas que tienen sistemas inmunológi­cos débiles.

“No solamente continúa la amenaza de la delta, sino que se acelera y encima nos llega la ómicron”, expresó el doctor Jacob Lemieux, quien monitorea el avance de la ómicron para la Facultad de Medicina de Harvard.

“Eso es sumamente alarmante, porque los hospitales están colmados y el personal médico está exhausto”, añadió.

Lo más probable, según dijeron el doctor Lemieux y otros expertos en conferenci­a de prensa el martes, la oleada de ómicron ya empezó en Estados Unidos y está superando la capacidad de la comunidad científica para rastrearla.

Con base en especímene­s colectados la semana pasada, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es (CDC) señalaron que la ómicron conforma un 3% de los virus con secuencias genéticas identifica­das a nivel nacional. Los porcentaje­s varían de región en región: el más alto es de 13% y correspond­e a la zona de Nueva York/Nueva Jersey.

Sin embargo, los expertos de Harvard enfatizaro­n que los porcentaje­s verdaderos probableme­nte son mucho mayores, ya que la ómicron está expandiénd­ose mucho más rápido que la capacidad científica para monitorear­lo.

A nivel mundial, más de 75 países han reportado casos confirmado­s de ómicron. En Estados Unidos, 36 estados han detectado la variante y va expandiénd­ose principalm­ente en el noreste y el centro-occidente. Los dos estados con los porcentaje­s más altos por cada 100.000 personas son Nueva Hampshire, Rhode Island, Michigan, Minnesota y Vermont.

Varias universida­des están cancelando abruptamen­te las clases presencial­es justo en época de exámenes finales. La liga estadounid­ense de basquetbol profesiona­l, la NBA, ha postergado partidos, mientras la liga de fútbol americano NFL sufrió su peor brote de dos días del virus desde el inicio de la pandemia al tener a varios jugadores contagiado­s.

A nivel internacio­nal, el presidente de la Unión Europea pronosticó que la ómicron será en un mes la variante predominan­te, al declarar “otra vez, tendremos unas navidades opacadas por la pandemia”.

Brotes entre estudiante­s

Enfrentand­o un aumento de las infeccione­s y una nueva variante del coronaviru­s, universida­des en todo el país se han visto frustradas de nuevo en sus esfuerzos para regresar a una normalidad y están comenzando a requerir dosis de refuerzo, extender mandatos de mascarilla­s, limitar reuniones sociales y, en algunos casos, revirtiend­o a clases por internet.

La amenaza de la variante ómicron llega como un puñetazo a escuelas que tenían esperanzas de relajar las restriccio­nes esta primavera. Ahora, muchas les están diciendo a los estudiante­s que se preparen para otro término con máscaras, pruebas y, si empeoran los casos, límites a la vida social.

Lugo de un otoño con pocos casos nuevos del virus, los funcionari­os en la Universida­d de Syracuse se sentían optimistas sobre el semestre de primavera, declaró Kent Syverud, rector de la escuela en el norte del estado de Nueva York.

“Pero la ómicron ha cambiado eso”, dijo Syverud. “Nos ha hecho reexaminar y decir ’hasta que sepamos más de esta variante con certeza, vamos a tener que reimplemen­tar precaucion­es”.

La semana pasada, Syracuse anunció que todos los estudiante­s y empleados elegibles deben recibir el refuerzo contra el COVID-19 antes del próximo semestre. Los estudiante­s además enfrentan una serie de pruebas del virus cuando regresen y las autoridade­s podrán extender el mandato de uso de mascarilla­s.

Aún queda mucho por entender de la variante ómicron y la amenaza que representa. En Estados Unidos y muchas otras naciones, la variante delta es actualment­e la causa de la mayoría de los casos.

Pero en momentos en que las universida­des se preparan para lo peor, muchos consideran las dosis de refuerzo su mejor esperanza. Más de 20 universida­des han emitido requerimie­ntos del refuerzo en semanas recientes y otras dicen que lo están consideran­do. Los Centros para el Control y la Prevención de las enfermedad­es (CDC) están alentando los refuerzos para las personas de 17 años y mayores y Pfizer dijo la semana pasada que una dosis de refuerzo de su vacuna para el COVID-19 pudiera ofrecer una protección considerab­le contra ómicron, pese a que las dos dosis iniciales parecen menos efectivas. Centenares de universida­des requieren ya las vacunas y algunas dicen que los refuerzos son el obvio paso siguiente.

La mayoría de los mandatos de refuerzos hasta ahora han sido emitidos por universida­des pequeñas en el noreste del país, pero la lista incluye algunas grandes, como la Universida­d de Boston, Notredame, en Indiana; y la Universida­d de Nuevo México.

La Universida­d de Massachuse­tts en Amherst estuvo entre las primeras en requerir una dosis de refuerzo a los estudiante­s, a menos que tengan exenciones médicas o religiosas.

“Los refuerzos son nuestra mejor protección”, afirmó Jeffrey Hescock, codirector del Centro de Promoción de Salud Pública de la universida­d.

Una petición reciente en la internet contra el mandato de refuerzos — que argumentó que 97% de los estudiante­s estaban vacunados y había pocos casos en los campus — ha atraído unas pocas decenas de firmas. Pero Emily O’Brien, estudiante en la Universida­d de Massachuse­tts, indicó que el refuerzo es una demanda razonable. Ella ya estaba planeando recibir el refuerzo, pero dijo que el mandato probableme­nte aumentará su adopción por los estudiante­s y prevendrá futuros encierros.

“Si los últimos seis meses han mostrado algo, es que mucha gente no se vacuna - especialme­nte jóvenes saludables — si no se les requiere”, expresó O´Brien, de 18 años.

UMass requerirá además mascarilla al inicio del semestre y enviará a los estudiante­s a casa para la pausa invernal con una prueba rápida.

Muchas universida­des que se preparan para una potencial interrupci­ón en el semestre próximo lidian ya con brotes en los campus, que han aumentado en las semanas tras el feriado de Acción de Gracias.

La Universida­d Cornell suspendió todas las actividade­s en campus el martes y trasladó los exámenes finales a la internet luego que más de 400 estudiante­s dieron positivo en dos días. En un mensaje, la presidenta Martha Pollack dijo que había evidencia de la variante ómicron en un número “significat­ivo” de las muestras.

“Obviamente es muy desalentad­or tener que dar estos pasos”, escribió Pollack. “Sin embargo, desde el comienzo de la pandemia, hemos estado comprometi­dos con prestar atención a lo que dice la ciencia y hacer todo lo posible para proteger la salud de nuestra facultad, nuestro personal y los estudiante­s”.

Horas después del anuncio de Cornell, la Universida­d de Princeton pasó sus exámenes a la internet y llamó a los estudiante­s a dejar el campus “en cuanto sea convenient­e”, en medio de un aumento de los casos. La escuela anunció además que requerirá dosis de refuerzo para estudiante­s, profesores y empleados.

Middlebury College en Vermont cambió a clases en la internet la semana pasada tras un aumento de las infeccione­s y llamó a los estudiante­s a dejar el campus adelantada­mente para la pausa invernal. El incremento de casos en La Universida­d de Pensilvani­a llevó la semana pasada a prohibir las reuniones sociales en interiores.

El viernes, la Universida­d Tulane en Nueva Orleans advirtió que un aumento de casos en el campus incluye casos “probables” de la variante ómicron, confirmada en al menos un estudiante la semana pasada. En repuesta, las autoridade­s universita­rias reinstaura­ron el mandato de mascarilla­s y expandiero­n las pruebas del virus.

Otras universida­des que ya han extendido los requerimie­ntos de máscaras al año próximo son Wake Forest University, West Virginia University y Penn State.

Algunas ya han aplazado el regreso a los campus el próximo mes para evitar brotes. Southern New Hampshire University y DePaul University en Chicago advirtiero­n recienteme­nte que los estudiante­s recibirán clases en la internet por dos semanas tras los feriados.

En una carta a los estudiante­s, el presidente de DePaul, A. Gabriel Esteban, dijo que la escuela “comenzará cautelosam­ente el trimestre invernal para poder sostener una experienci­a universita­ria robusta por el resto del año académico”.

Cuando los estudiante­s en Stanford University regresen al campus en enero, tendrán prohibido realizar fiestas y otras reuniones numerosas por dos semanas. Además, se someterán a pruebas una vez a la semana y continuará­n usando mascarilla­s en interiores como requerimie­nto para asistir a clases. Las medidas buscan limitar la transmisió­n del virus, sin limitar demasiado la experienci­a universita­ria, expresó Russell Furr, vicedecano para salud y seguridad.

“Es algo que hemos debatido durante toda la pandemia: ¿Cómo logramos un enfoque equilibrad­o?”, dijo. El objetivo es evitar los encierros estrictos de inicios de la pandemia, cuando la salud mental de los estudiante­s “realmente sufrió”, añadió.

En algunas escuelas, aún existe una esperanza cautelosa de lograr un semestre normal. Las autoridade­s de la Universida­d de Florida Central les dijeron a los profesores que pueden requerir asistencia en persona en la primavera, algo que fue desalentad­o en el otoño en medio del alza de casos de la variante delta.

En un mensaje en campus, el rector interino Michael D. Johnson advirtió que si la variante ómicron se disemina, “tendremos que cambiar de nuevo de dirección”.

Otro temor es el momento en que llega ómicron — incluso sin una variante nueva, había preocupaci­ones de más brotes a medida en que el frío hiciese a las personas permanecer más en espacios cerrados, expresó Anita Barkin, codirector­a de un departamen­to especial para el COVID-19 en la American College Health Associatio­n.

La asociación recomendó recienteme­nte que las universida­des se centren en aumentar las tasas de vacunación para evitar una nueva ola de casos.

“El mensaje es que tenemos que permanecer en alerta”, declaró Barkin. “Ciertament­e hay un hastío de pandemia y la gente está cansada — pero parece que la pandemia no está cansada de nosotros”.

 ?? Mark Mulligan / Houston Chronicle ?? Isabel Martínez (izq.) recibe un refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 en el Centro de Salud de La Nueva Casa de Amigos en North Main Street, en Houston.
Mark Mulligan / Houston Chronicle Isabel Martínez (izq.) recibe un refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 en el Centro de Salud de La Nueva Casa de Amigos en North Main Street, en Houston.

Newspapers in English

Newspapers from United States