La Opinión

Buenas y malas ideas para empezar una historia crediticia

Una serie de productos bancarios permiten empezar desde cero a crear un número que abre puertas y oportunida­d

- Ana B. Nieto

Es innegable. Sin historia crediticia sus costos de vida son más elevados. Aunque no tenga que comprarse una casa, un carro, pedir un préstamo para ir a la Universida­d o por cualquier otro motivo, sin esta herramient­a que le SHUPLWH WHQHU XQD FDOLÀFDció­n de crédito es complicado alquilar un apartament­o, comprar un celular, etc. Las WUHV FLIUDV GH OD FDOLÀFDFLy­Q que indican cómo se gestiona el crédito, sirven para medir el riesgo que toma quien le preste dinero.

Ahora bien, empezar una historia crediticia no tiene un camino intuitivam­ente fácil porque solo se puede tener historia de gestión de crédito teniéndolo. Pero hay formas de hacerlo, algunas son buenas, otras regulares y algunas malas.

En el capítulo de las buenas Matt Schulz, analista senior de CreditCard­s.com destaca tres opciones y recuerda que es bueno tener una cuenta de cheques para establecer una relación con el banco.

Una tarjeta de crédito asegurada (secured credit card). Funciona como una tarjeta de crédito pero el usuario hace un depósito de dinero que es el límite de crédito que tiene. Es casi como una tarjeta de débito ligada a una cuenta corriente aunque hay que recordar que el débito no cuenta para la historia crediticia.”Normalment­e se empieza con cantidades bajas, $200 o $250 que se usan para hacer pequeños pagos y cuando se usa bien por un tiempo uno puede graduarse a una verdadera tarjeta de crédito con mejor tasa de interés”, explica Schulz. Este tipo de tarjetas no están diseñadas para ser usadas para siempre y el depósito que se hace se devuelve cuando se cancela. Las tasas de interés son elevadas y pueden llegar al 23% “pero la idea es usarlas como primer paso para acceder a una tarjeta mejor”, Schulz.

Ahora bien, hay que usarlas durante aproximada­mente un año de forma responsabl­e: pagando a tiempo el balance y en su totalidad. Con eso evita dar pasos en falso a la hora de crear su historia crediticia y que le salga muy cara la devolución del dinero.

Pida un préstamo para crear crédito (credit building loan). Es un tipo de préstamo de baja cuantía, $500 o $1,500 que se hacen a consumidor­es que necesitan empezar su historial crediticio (o arreglar el que tienen) y tienen sus cuentas bajo control. Tienen altas tasas de interés para cubrir el riesgo de impago pero como las tarjetas aseguradas, es una medida temporal para una circunstan­cia temporal cuyo objetivo es ser manejado con cuidado y devolver hasta el último centavo a tiempo. Normalment­e los ofrecen las credit union. Hay de varios tipos, uno que no precisa de aval y puede ser usado para una emergencia y otra modalidad, en la que la entidad ÀQDQFLHUD UHWLHQH HO FDSLWDO que le presta y solo se la concede una vez que haya pagado por adelantado los plazos. En este caso es como una cuenta de ahorro que penaliza que no se ahorre. En seis meses desde el inicio de este préstamo se empieza a reflejar la historia en la puntuación FICO (es decir, ya se

tienen ODV WUHV FLIUDV TXH GHÀQHQ HO SHUÀO GH ULHVJR

Solicite una tarjeta de una tienda o estación de gas. Son más fáciles de conseguir que las de los bancos o emisores como Visa o American Express pero vienen con altas tasas de interés y no todas permiten ser usadas en otros comercios (close loop). Schulz explica que todas las tarjetas y préstamos cuando se llega sin historia crediticia vendrán con altas tasas de interés.

También hay una idea que no es mala pero tampoco buena para iniciarse en el mundo del crédito: Conseguir un coVLJQDWDU­LR TXH ÀUPH FRQ XVWHG un préstamo o una tarjeta de crédito. Es posible que tenga problemas para encontrarl­o porque es muy arriesga- GR \D TXH TXLHQ FR ÀUPH HV responsabl­e de todo lo que usted deba y no abone. Además, en caso de que no sepa que usted no está pagando sus cuotas mensuales y no se haga cargo de ellas, la puntuación crediticia del cosignatar­io se verá perjudicad­o.

Schulz explica que las encuestas de CreditCard­s.com apuntan a que esta no es una opción muy popular y que aunque un 15% de personas KD FRÀUPDGR XQ SURGXFWR GH crédito con alguien que lo necesitaba, el 38% ha perdido dinero, el 28% ha visto su historia crediticia perjudicad­a y el 26% ha tenido problemas con la persona a la que ayudó. Schulz anima a considerar la “autorizaci­ón” pero dice que no está siempre claro como esto afecta a quien autoriza.

Schulz no quiere singulari]DU QLQJ~Q SURGXFWR ÀQDQFLHro pero a la hora de delatar el peor camino para conseguir una historia crediticia explica que el hecho de que alguien “le ofrezca un préstamo no es razón para aceptarlo”. “Al principio, cuando uno está construyen­do su historia y tiene necesidade­s es difícil recordar esto pero hay que entender los costos que tiene la oferta y saber decir que no si es demasiado cara”, explica Schulz. Normalment­e son caras.

“Cuando uno está empezando a hacer su crédito y alguien está impaciente por hacerle un préstamo, piénselo dos veces, tomar la decisión incorrecta puede afectarle durante mucho tiempo”,

sentencia este analista.

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Sin historia crediticia no hay puntuación de crédito y si no hay crédito, la vida en EEUU es complicada./SHUTTERSTO­CK
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