El tema migratorio divide a los concejales en Victorville
Blanca Gómez apoya a la comunidad inmigrante; otros afirman que su comportamiento es poco profesional
Después de una acalorada sesión, el Concejo Municipal de Victorville —localidad en el Alto Desierto de San Bernardino— tomó la noche del martes el primer paso para aprobar una política que permita criWLFDU GH PDQHUD RÀFLDO D XQR de sus miembros a través de la censura.
La discusión, entre residentes a favor y en contra de los inmigrantes, recayó sobre la concejal Blanca Gómez, electa en noviembre pasado y a quien algunos votantes creen es a quien se intenta amonestar.
Cuando Gómez tomó posesión a principios de noviembre pasado, desbancando al titular Ryan McEachron, comenzó así su misión de representar a la comunidad hispana de Victorville, con el 48% de los 123,000 residentes, según datos del Buró del Censo.
Tras la elección de Gómez, comenzaron los ataques en su contra por parte de la organización We The People Raising, conformada por un grupo de activistas antiinmigrantes.
Es más, miembros de este grupo se enfrentaron a Gómez D ÀQDOHV GH FXDQGR HOOD acudió a una reunión en la ciudad de Rialto, donde se tocaría el tema de ciudades santuarios. Debido a las dicusiones, la reunión fue cancelada.
Al día siguiente, este grupo acuso a Gómez de intentar hacer de Victorville una ciudad santuario y de generar división y caos en Victorville al querer representar a los “ilegales”.
La propuesta de censura
La moción del martes, aprobada de manera unánime en medio de discusiones entre miembros de la comunidad, fue propuesta por el concejal Eric Negrete como medio para mantener el orden y respeto en el Concejo.
“Estamos hablando de censura... El Concejo tiene el poder de hacer una declaración RÀFLDO GH GHVDFXHUGR VREUH OD conducta de la concejal Gómez. Será el concejo el que decidirá qué hacer si esta conducta continua”, comentó Negrete.
Según representantes de la ciudad, en la actualidad el código municipal de Victorville no cuenta con una política que permita censurar a algún miembro del Concejo cuando viole los estatutos del orden. Sin embargo, eso podría cambiar en las próximas semanas.
-XVWLÀFiQGRVH SRU VX DIiQ de obtener información, Gómez cuestiona antes de brindar o negar su voto—comportamiento visto por el resto del Concejo como molesto si se toma en consideración que antes los votos eran casi siempre unánimes y rápidos.
“En los últimos meses hemos estado distraídos de los temas importantes debido al comportamiento no profesional e improductivo de la concejal Gómez. Su constante queja e irrespetuoso comportamiento está basado en una errónea asunción de que tenemos que reunirnos con ella, saludarla de mano y nunca defendernos. No estamos requeridos de llevarnos bien, ” comentó Negrete.
Gómez inmediatamente respondió que en su conocimiento no ha violado ninguna ley de conducta que amerite la censura y que es solo una táctica para callar su voz.
“Yo no he violado ningún reglamento, ni tampoco he reYHODGR LQIRUPDFLyQ FRQÀGHQcial para merecer la censura. Si mis colegas me censuran entablaré una demanda. Esta no es la América de Trump, ésta es la América de todos y ustedes aún tienen que escuchar las voces de la comunidad”, comentó Gómez.
“Esto es ridículo. Le pido al abogado municipal que retire este asunto del calendario. Recién tuvimos una muerte en un parque local y ¿estamos aquí discutiendo la censura?”
*yPH] VH UHÀULy D OD PXHUte de una mujer a manos de su expareja ocurrida en el Parque Hook la semana pasada.
Tenso momento
La situación subió de tono cuando Gómez, mientras discutía un tema en la agenda, fue interrumpida por la alcaldesa de Victorville, Gloria García, quien decidió tomar un descanso y abandonó el recinto.
Simpatizantes de Gómez exigieron de inmediato el regreso y el respeto hacia la concejal coreando: “déjenla hablar”.
El momento fue aprovechado por un puñado de miembros de la organización We The People Raising, quienes con carteles en mano exigieron la renuncia de Gómez.
El grupo, que se opone a cualquier alivio migratorio, se enfrascó en una discusión con simpatizantes de Gómez, al grado de que la seguridad tuvo que actuar.
Raúl Rodríguez, residente de Apple Valley y miembro del grupo antiinmigrante, exhortó a Gómez a que renuncie o deberá atenerse a las consecuencias, dando a entender los planes de destituirla.
Matthew Anderson, representante de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), defendió a Gómez argumentando que fue electa por el pueblo y que independientemente de su postura política, merece respeto.
“¿Que es más importante en Victorville, el bello club de golf o atender las necesidades de la comunidad? Gómez fue electa por la gente y merece respeto. Tal vez no esté de acuerdo políticamente con ustedes, pero eso es lo bello de este país. Ella sabe de lo que habla y merece ser escuchada”, dijo Anderson.
Una moción para adoptar le reunión.. medida de censura podría estar en la agenda de la próxima