UN VOTO CRUCIAL POR LA SALUD
Los republicanos quieren celebrar hoy el séptimo aniversario de la Ley de Acceso al Cuidado de Salud (ACA) dando el primer paso para matarla. El voto planeado para la Cámara de Representantes es vital para que avance una medida que dejará a millones de personas sin cobertura médica.
Por fortuna, no hay ninguna seguridad de que tenga éxito. Está visto que para la bancada republicana es más fácil coincidir en cómo eliminar la ley de salud del expresidente Barack Obama que en aprobar un reemplazo.
La propuesta original del presidente de la Cámara Baja, Paul Ryan, estaba más orientada al compromiso político entre los conservadores del Tea Party y los moderados, que en mejorar la atención médica de los estadounidenses.
Como resultado surgió la monstruosidad de la Ley Americana de Cuidado de Salud (AHA) que va a dejar a 24 millones de personas sin seguro médico según el esWLPDGR GH OD 2ÀFLQD GH &RQtraloría del Congreso. Todo por la eliminación de Medicaid como programa federal y porque los créditos imposiWLYRV LEDQ D VHU LQVXÀFLHQWHV para pagar las primas, especialmente para las personas más mayores.
Es vergonzoso que Ryan diga que el aumento de personas sin seguro sea por voluntad propia, porque no habrá obligatoriedad para estar asegurado.
Por supuesto, fue insatisfactorio para ambos lados. Con el respaldo del presidente Donald Trump, el plan se hizo más conservador acelerando la eliminación de Medicaid y permitiendo que se cancele esta cobertura para quienes no trabajen. Para los moderados se les prometió que en el Senado se asignaría más dinero para las personas mayores.
El futuro del proyecto republicano es incierto en ambas cámaras. Unos lo llaman “Obamacare light” porque no hay suficiente mercado libre, otros lo denuncian por desproteger a los asegurados de hoy.
El tan criticado proceso para aprobar la ley de Obama ahora es un ejemplo de transparencia y de cuidado en comparación al que se maneja para cumplir una promesa. Hoy el propósito del contenido del AHA es un acuerdo político sin importar el impacto en la salud de los estadounidenses.
La propuesta republicana es un caos dividido en tres etapas por la falta de consenso partidario. Nada bueno puede surgir de esto. La victoria para los estadounidenses será la derrota del AHA.