Cuando la estrategia desactiva a la máquina destructora
Saúl Álvarez brindó la mejor actuación de su carrera con un efectivo guión defensivo que desesperó a Golovkin, aunque no le gustó a sus seguidores
Ganó el boxeo, porque después de 48 horas de haber terminado el combate entre Gennady Golovkin y Saúl “Canelo” Álvarez, ya baja la espuma del debate de las tarjetas y todos nos quedamos con la idea de que fue una gran pelea.
Sin duda la mejor y más pareja de las guerras que hayamos tenido en mucho tiempo en la que el plan estratégico del mexicano limitó las opciones y oportunidades de su rival para firmar un empate que le sabe a poco a ambos, pero TXH D ORV DÀFLRQDGRV OHV OOHQD los ojos, a los analistas nos llena la memoria y a los empresarios les llena los bolsillos.
Estaba claro que veríamos a un “Canelo” distinto y de ninguna manera el fogoso batallador que al llamado de la campana sale a arrollar a sus rivales. Una estrategia sobre piernas, con pasos laterales que privilegiaba la pelea en la mitad del ring.
Estar lejos de la derecha pesada de “GGG” era una obligación y “Canelo” con cintura, cabeceo y movimientos ÁXLGRV OR KL]R IDOODU WRGR HO recorrido.
No les gustó a los mexicanos que el pelirrojo tapatío peleara a la defensiva. Con muchos pasos hacia atrás como si escapara de las andanadas de su enemigo, interpretaron que “Canelo” tenía miedo del rival cuando en realidad cumplía un guión que lo llevó por el camino correcto toda la noche y lo tuvo cerca de la machada de ganar un tremendo combate.
No es lo mismo plantarte frente a Amir Khan o “Perro” Angulo que ante el mejor libra por libra del mundo, ni es asunto simple regalar ventaja física en las 160 libras en las que el rival está a su aire y el peso no le supone ninJ~Q VDFULÀFLR
“Es un bailarín”, dijo Golovkin. “No pensamos que ‘Canelo’ viniera a correr tanto”, subrayó el kazajo decepcionado porque sintió que había ganado la pelea, pero sobre todo porque quedó frustrado al no poder conectar a gusto como en todas sus peleas anteriores.
Estricto libreto
Tras un tercio inicial parejo, Golovkin parecía tomar ventaja y entre el quinto y el octavo dictó el combate, incluida una combinación en el séptimo que dejó “helado” y contra las cuerdas a “Canelo”, quien volvió a dejar la sensación de que no cierra bien los asaltos y por ello Golovkin pudo “robar” alguno cerrando con más vértigo en ORV VHJXQGRV ÀQDOHV
Pero la esquina del tapatío cumplía un libreto estricto y parte de eso era pasar la mitad del pleito sin daños apreciables para soltarse en HO WHUFLR ÀQDO
Ello incluyó aquella derecha tremenda en el décimo giro, que dobló las piernas de Golovkin y que fue el golpe de más poder en el combate.
Así, Álvarez fue dueño de ORV WUHV DVDOWRV ÀQDOHV HQ ODV tres tarjetas de los jueces, niveló las cuentas en una pelea que perdía largo y discutió la victoria de manera legítima.
“Conecté los mejores golpes”, aseguró Álvarez tras la pelea. “Queda claro que Golovkin no es el monstruo del que tanto hablan”.
Sí, tuvo más golpes de poder el mexicano pero apenas 114 de 272 contra 110 de 342 del rival. Parejos en ese rubro.
Los jabs lanzados cuentan más cosas ya que Golovkin dominó de manera amplia con 108 conectados de 361 lanzados, mientras “Canelo” apenas conectó 55 de 233. Por eso fue tan notorio el peso escénico del kazajo, lanzando jabs sobre un tapatío que retrocedía.
Luego el dato que resulta más revelador es que el mexicano lanzara más golpes de poder que jabs (272 contra 233) y en el porcentaje de 41.9% de golpes sólidos superó el 23.6 de jabs.
Queda claro que el plan de pelear al contragolpe fue exitoso en la medida en que redujo la ofensiva de “Triple G” a un dominio aparente porque cuando venía a buscar, “Canelo” lo espantaba a los puros bombazos.
Así lo tuvo afuera la mitad del combate y controló su derecha llena de dinamita.
Luego Golovkin no quiso correr riesgos tirando la izquierda volada ni el gancho a zonas blandas porque son golpes de los que puedes salir mal parado y “Canelo” lo podía chocar sólido y lastimarlo.
La estrategia de la esquina de “Canelo” fue perfecta. Eddie y “Chepo” Reynoso, los “ideólogos” del plan para arruinarle la noche a Golovkin y mantener en el combate a su pupilo en el pleito todos los minutos de todos los asaltos, fueron también los grandes ganadores. Descartado salir a matarse a las trompadas contra un rival que técnica y físicamente le superaba, lo que se imponía era nivelar los mejores recursos técnicos del kazajo con estrategia e inteligencia. Lo cumplieron a rajatabla. Para todos fue un “Canelo” distinto, que acaso haya decepcionado a un sector de OD DÀFLyQ TXH OR VLOEy DO ÀQDO pero la pelea no se hizo como la quería Golovkin sino como la propuso “Canelo”.
Él no se sintió cómodo, pero su rival tampoco y ahí empezó a ser muy bueno el
pelea.. trámite que marcaría el resultado de la