Akorbi, la llave de 170 lenguas
Claudia Mirza fundó en 2013 una empresa de traducciones que opera ya en varios países
Claudia Mirza quiso ser veterinaria pero no pudo pagar esa carrera en su Colombia natal. ¿La alternativa? Administración de empresas con énfasis agropecuario.
“Mi papá era [cuidador de caballos] y mi mamá limpiaba establos”, explica. Tras graduarse en Medellín Mirza vino a EEUU y pudo ver a su padre quien emigró cuando ella tenía cuatro años.
Ya en Texas, a los 20 años, Mirza tuvo que aprender inglés, trabajar y estudiar para validar el grado que tenía. “Trabajaba unas 60 horas a la semana en una empresa de telecomunicaciones y tomaba cinco materias en la Universidad, una locura”, admite.
Pero la empresa cerró y dejó en la calle a sus 10,000 empleados. Ese revés fue, sin embargo, el primer paso por su camino de los negocios en EEUU y la creación de Akorbi en 2003, una empresa con servicios multinacionales de traducciones, interpretaciones, centros de contactos multilingües y técnicos en todo el mundo para entender 170 lenguas.
Con sede en Plano (Texas), la compañía emplea ya a 900 personas, 300 de ellas en EEUU, y es considerada por Inc.5000 como una de las mayores crecimiento del país.
El origen de Akorbi fue un trabajo pro-bono de traducción. Mirza y su esposo habían decidido comprar un caballo y en los establos vio que una organización sin ánimo de lucro (Groomlite) estaba haciendo un entrenamiento en cuestiones de seguridad a los trabajadores. “Pero los materiales que usaban estaban mal hechos y necesitaban correcciones. Los trabajadores que me conocían a mi y padre decían que la hija de Héctor es lista, que haga ella las traducciones”. Lo hizo.
Esta organización -para la que siguen haciendo trabajo pro bono- recibía fondos de empresas y tras el trabajo que KL]R FRQ HOORV OH UHÀULHURQ D una de ellas: la multinacional 3M.
Su primer contrato recurrente le daba unos ingresos de $300 mensuales y con ellos, “Esos $300 fueron una bendición grande porque ya WHQLD LQJUHVRV ÀMRV HQ XQ FRQtrato. ”, explica Mirza.
“Los dos primeros años fueron muy difíciles, yo hacía todo y contrataba a personas por proyecto”. Pero hubo un momento en que ya no sabía cómo cubrir la nómina. Los bancos no le daban dinero porque las nuevas empresas de servicios no tienen activos con los que avalar, y ella usó su 401k y sus tarjetas de crédito.
Entonces llegó la segunda pequeña cantidad: $13,000
“Cuando pensé que tenía que cerrar el negocio porque no tenía dinero conseguí un micro préstamo de una organización que se llama Acción Texas. Me prestaron
µ GLFH SDUD FDOLÀFDU ese capital, de nuevo, como “una gran bendición”.
“En 2012 decidimos increPHQWDU \ GLYHUVLÀFDU QXHVWURV servicios y contratar a persoQDO FXDOLÀFDGR SDUD HOOR \ GH allí empezamos a salir en las listas de empresas con más crecimiento. Facturamos tres millones, luego siete, luego $14 millones y este año pensamos que quedaremos entre $40 y $50 millones”, dicela exitosa empresaria.
Ahora tiene varias líneas de negocio que incluye la innovación contratación de personal profesional en lenguas, aprendizaje y traducciones de textos además de interpretaciones ‘in situ’.O