¡Agua! ¡Agua por favor, que encontramos sobrevivientes!
/Getty A las 3:58 se produjo un milagro.
Después de más de dos horas de labores entre bloques GH FHPHQWR FDtGRV ÀHUURV UHtorcidos y una maraña de cables de alta tensión, la masa de escombros a la que se redujo un edificio en la calle Monterrey esquina con San Luis Potosí en la Ciudad de México fue removida para sacar a Mariana Silva.
El sismo había sepultado a la muchacha y a otros trabajadores más que laboraban para un ‘call center’ y la empresa alemana de autos Carmach a las 13:14 exactamente.
Pocas esperanzas tenía el grupo de voluntarios y agentes de protección civil, soldados, policías y curiosos que llegaron para levantar los escombros.
Pero de todos modos allí comenzaron a llegar con picos, palos y escobas, hombres y mujeres, desde estudiantes KDVWD DPDV GH FDVD RÀFLQLVtas de traje, albañiles con pantalones batidos por el trabajo del día: todos dispuestos a aportar un grano de arena.
Un muchacho con un megáfono y una cartulina en la que se leía “silencio” gritaba hasta rasgarse la garganta por silenciar el murmullo de la muchedumbre y así poder escuchar la tenue voz femenina que indicaba que ahí había vida; una esperanza que parecía extinguirse o se perdía entre las voces, hasta que de un momento a otro todos callaron al unísono.
Entonces se oyó un quejido seguido por una algarabía animada, ¡está viva! y después cientos de aplausos y las órdenes histéricas de agentes de protección civil y soldados del Plan de Emergencia DNIII para alejar a todos aquellos que no apoyaban en las labores de rescate.
Entretanto miles de curiosos se acercaban más al edificio para alegrarse de ver una superviviente en medio del caos.
La tragedia ha llevado a esta ciudad hasta el punto de caos que implica el colapVR GH SRU OR PHQRV HGLÀcios del centro y sur.
Y sus habitantes de la Ciudad de México que justamente ayer se preparaban para un nuevo azote de la tierra, resisten.
Ayer 19 de septiembre, antes del medio día miles habían realizado un simulacro como conmemoración del aniversario 32 del Terremoto de 1985 que se cobró tantas y tan valiosas vidas.
Pero la realidad esta vez fue más que un golpe.
Sin electricidad, servicios de internet, rodeados de fugas de gas y con los transportes públicos masivos (metro, metrobús y tren eléctrico) suspendidos, además de los derrumbes, la ciudad parecía más una zona de guerra o una escena apocalíptica con gente
suyos.. caminando de prisa para buscar y reencontrarse con los