Dan de alta a alumno que recibió disparo en la escuela Sal Castro
El estudiante de 12 años que recibió un disparo en la cabeza en su salón de clases de la escuela intermedia Sal Castro hace dos semanas se recupera en su hogar aunque la bala continúa atorada en su cráneo, dijo una allegada a la familia.
“Cuando lo visité esperaba verlo recuperándose de su cabeza, pero me enteré que todavía tiene la bala. Eso fue un poco impresionante para mi”, dijo Bridgette Robinson, exmaestra de Issa Al-Bayati.
“Pero sí, habla y se puede mover, pero no tanto como antes. Puede caminar pero su movilidad es limitada, no puede caminar bien”, añadió Robinson, quien visitó a Issa el viernes por la tarde.
Robinson dijo que conoce muy bien al estudiante puesto que lo tuvo en clases de inglés, ciencias e inglés como segundo idioma el año pasado.
Issa, su madre y su hermano llegaron a Estados Unidos hace cuatro años huyendo de la violencia en su país natal, Irak. El padre de Issa fue asesinado durante un momento de gran inestabilidad en su país”, explicó Robinson.
La madre solicitó estatus de refugiados en Estados Unidos para ella y sus dos niños, y fueron aprobados.
Robinson dijo que cuando llegó a casa de Issa para visitarlo notó que no había nadie más que su madre. Debido a su estatus de refugiados ellos no cuentan con ningún familiar en este país.
“Parece como que nadie está dando seguimiento a sus cuidados y la mamá me dijo que siente que tiene que estar en un lugar más seguro y cerca del hospital para las citas de su hijo”.
Actualmente, la familia vive en el área de Westlake, al oeste del centro de Los Ángeles, que está relativamente lejos—en autobús—para llegar al hospital LAC+USC Medical Center en Boyle Heights en el este de la ciudad.
Tras ver las adversidades que enfrenta la madre viuda con dos niños, Robinson decidió ayudarles a crear una página de recaudación de fondos en GoFundMe.com.
Con el dinero acumulado esperan cubrir necesidades básicas como el alquiler de su vivienda, alimentos, transporte, cuidados en el hogar, y ropa, dijo Robinson. “Ella necesita comida, dinero para sus gastos básicos para cuidar a sus dos niños. Ella no puede salir porque tiene que cuidar a Issa”.
La educadora recalcó que Issa es realmente afortunado de estar vivo puesto que la bala perdida que entró en su cráneo no golpeó ningún órgano vital. Sin embargo, su recuperación parece que será larga. El niño le contó a su maestra que padece frecuentes mareos, problemas de visión, problemas para caminar, dolor y entumecimiento en la cara.
“Necesitará asesoramiento continuo para tratar el trauma
maestra.. que ha experimentado, al igual que su madre y su hermano menor”, dijo la