Putin abre la fiesta sin algunos invitados
La ceremonia de apertura tendrá a Robbie Williams y Aida Garifullina
El presidente ruso, Vladimir Putin, inaugura hoy la Copa Mundial de futbol, que se celebra por vez primera en Europa Oriental, en compañía de sus aliados, ya que los dirigentes occidentales decidieron boicotear la ceremonia, aunque no el torneo.
“Nuestro país está listo para acoger la Copa Mundial de la FIFA”, dijo ayer el líder del Kremlin al inaugurar el congreso de este organismo que se celebra en Moscú, en el que deseó a todos los delegados “una labor productiva y exitosa”.
El Kremlin informó que Putin, que raramente ha pisado un estadio desde que llegara al poder hace 18 años, espera “en el futbol” a los mandatarios y jefes de Gobierno de Bolivia, Paraguay, Arabia Saudita, Armenia, Palestina, Líbano y Ruanda. Empezando por el boliviano Evo Morales y el paraguayo Mario Abdo Benítez, presidente electo, en casi todos los casos esos países ni siquiera disputarán el Mundial, ya que sus selecciones no lograron clasificarse.
Ni rastro de los principales dirigentes occidentales, al igual que ocurriera en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014, lo que no impidió que fuera un éxito organizativo, aunque el dopaje empañó después el resultado deportivo.
Junto al partido inaugural entre Rusia y Arabia Saudita, la ceremonia de apertura del Mundial incluirá actuaciones musicales por parte de británico Robbie Williams y la soprano rusa Aida Garifullina, y contará con la presencia del brasileño Ronaldo, conocido como “El fenómeno”.
Ayer, para abrir boca, se celebró un concierto de gala en la Plaza Roja donde actuaron grandes estrellas de la ópera, como el español Plácido Domingo y el peruano Juan Diego Flórez.
Además de ser un proyecto desarrollista para sacar a Rusia de su atraso, especialmente en el campo de las infraestructuras, el Kremlin esperaba que el torneo fuera una pausa en el actual antagonismo con Occidente.
No obstante, en los últimos meses las tensiones han ido en aumento, sea por Siria, el caso Skripal, el programa nu- clear iraní o la crisis coreana.
Con todo, no se trata de un boicot comparable al de los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, aprovechado por EEUU para castigar a la URSS por su intervención en Afganistán.
Entonces, no sólo los dirigentes no viajaron a Moscú, sino que medio centenar de países se negaron a participar, aunque varias naciones occidentales, como el Reino Unido o España, ignoraron el boicot.
Ahora, las 32 selecciones clasificadas para el torneo acudirán a competir, incluida la de Reino Unido, a pesar de que Londres ha liderado la campaña de boicot tras el envenenamiento e n suelo británico del exespía ruso Serguéi Skripal.