Las mujeres fueron las más afectadas
El huracán María destapó el desamparo y desatención que sufren ellas en situaciones de crisis
La vulnerabilidad a la que históricamente han estado expuestas las mujeres alcanzó niveles extremos tras el paso del huracán María, al tener que asumir la responsabilidad de sus hogares y comunidades mientras intentaban asegurar su supervivencia y la de los suyos.
Así lo concluyó un estudio de la organización Inter-Mujeres Puerto Rico que se dio a la tarea de conocer -desde una visión con perspectiva de género- cómo se afectó este sector de la población por la crisis causada por María.
“Las mujeres resultaron particularmente afectadas tras el huracán María. Aún se les asignan la responsabilidad del cuidado de la niñez, de las personas mayores de edad y las que sufren condiciones de salud. Ante el cuadro de escasez dejado por el huracán, estas tareas resultaron sumamente complicadas”, indicó la profesora Esther Vicente de Inter-Mujeres.
Fue en ellas en quienes -tras la devastación dejada aquel 20 de septiembre- también recayó el diseño de estrategias para asegurar el acceso a los servicios de salud, agua y alimentos en sus comunidades.
“Muchas de las participantes que tenían trabajo a tiempo completo, fueran estos formales o informales, los perdieron o sufrieron una reducción en la jornada. La categoría de amas de casa o desempleadas aumentó considerablemente después del huracán”, dijo la abogada Marilucy González.
El análisis utilizó el grupo focal como estrategia de investigación cualitativa. En total, participaron 45 mujeres entre los 26 y 75 años, residentes de comunidades que sufrieron de forma severa el embate del huracán. Algunas vivían en la zona metropolitana y otras en comunidades rurales.
También, se hizo un grupo focal con mujeres dominicanas, en el que quedó al descubierto la marginación que sufrió este sector al que se le negaron ayudas básicas por su estatus migratorio.
Antes del huracán, la situación de por sí ya era crítica para las mujeres ante una década de recesión económica y la imposición de medidas de austeridad a nivel gubernamental. El 46% de la población subsistía con ingresos bajo los niveles de pobreza, según la oficina del Censo. De este grupo, el 61.7% eran jefas de familia.
En la zona rural, enfrentaron aislamiento y escasez de albergue, específicamente. Mientras, en todos los grupos focales se relataron incidentes de suicidios de hombres, mayormente jóvenes.
El estudio, igualmente, reveló que muy pocas acudieron a los refugios habilitados por el gobierno, lo que se le puede atribuir a la falta de experiencia con huracanes de esta magnitud, concluyeron las investigadoras.
La respuesta
La doctora María Dolores Fernós, exprocuradora de las Mujeres, indicó que los relatos describieron gobiernos ausentes durante las primeras semanas o una respuesta “trágicamente inadecuada”.
Mientras, por parte de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias(FEMA) -de acuerdo con los testimoniosse recibieron “instrucciones contradictorias, insensibilidad en el trato y exigencias onerosas fuera de la reglamentación federal vigente”.
Tal y como han evidenciado otros estudios, fue el tercer sector -muchas veces liderado por mujeres- el que proveyó esa primera respuesta gracias a la ayuda de fundaciones y miembros de la diáspora.
Exigen inclusión
Tras el anuncio del gobierno de la confección de un plan de emergencias, Fernós destacó la inclusión de las voces de las mujeres en el documento.
“La perspectiva de las mujeres, tanto como sus necesidades para integrarse equitativamente al mundo social, laboral y económico, no puede excluirse de estos planes y proyectos”, subrayó Fernós.