Dos oficinas de servicios migratorios en la mira por supuesto fraude
Dos inmigrantes acusan que pagaron miles de dólares por ayuda migratoria que no recibieron
Tras vivir una terrible situación personal, Héctor Morales se enteró que podía calificar para la Visa U que se ofrece a víctimas o testigos de un crimen que ayuden a delatar al criminal. Sin dudarlo reunió todos los documentos necesarios para comenzar su trámite.
En su búsqueda de asesoría legal, un familiar le dijo que fuera a la oficina Genesis Immigration Services, localizada en el área del Parque MacArthur.
“Cuando llegué, la señora que me atendió se presentó como que ella trabaja con Inmigración directamente y que ella tenía permiso especial para trabajar directamente como un abogado”, dijo Morales, de 36 años. “Vio mis papeles y me convenció. Me dijo que me salía todo en nueve meses”.
Al inicio del proceso, la mujer identificada como Irma Delgado le pidió a Morales 2,000 dólares de depósito y mensualidades de 300 dólares hasta llegar a un total de 5,800 dólares.
A los tres meses recibió la cita de sus huellas, pero al paso del tiempo no había ninguna respuesta adicional. En el noveno mes, y ya habiendo pagado 5,000 dólares, Morales fue a exigir respuestas.
“Llegué al punto de contactar a un abogado, pero él fue el que me dijo que tenía que esperar, porque los casos duran hasta tres o cuatro años. No nueve meses”, recordó Morales. “Entonces yo fui y le dije [a Delgado] que hablara a Migración enfrente de mí. Migración contestó y ella se presentó como mi representante, pero cuando le pidieron su número de abogada dijo que no tenía y le dijeron que ella no podía hacer nada por mi caso”.
Sintiéndose defraudado, Morales exigió que le devolvieran su dinero.
“[Delgado] Me dijo, ‘Yo ya hice mi trabajo y esto es lo que se me paga’. Le pedí que me devolviera aunque sea la mitad o que la iba a demandar y me dijo que no, que hiciera lo que quisiera”, dijo Morales.
Otro problema
Una situación similar enfrentó José R. Francisco, de 44 años. Él dijo que llegó a Estados Unidos en 1988. Eventualmente obtuvo un permiso de trabajo pero lo dejó vencer en el 2002 cuando se mudó de Tennessee a Los Ángeles.
En el 2013 decidió reabrir su caso y escuchó en la estación de radio evangélica Radio Nueva Vida un aviso comercial acerca de la oficina El Camino Immigration Services. Esa oficina estó bajo la supervisión de los hermanos Roderico y Yermo Palencia, que compran espacio radial.
“Como ellos hablan de la palabra de Dios uno les da la confianza”, dijo el guatemalteco.
Cuando Francisco llegó a pedir asesoría le aseguraron que su residencia saldría en unos siete meses por medio de la ley NACARA—que protege de la deportación y pro-