Razones que acaban con el sexo en la pareja
salud pueden provocar dolor durante las relaciones sexuales. La endometriosis, la resequedad vaginal o incluso alguna herida vaginal inadvertida pueden ser causa de coitos dolorosos y, por ende, de rehuir al sexo. En este caso, lo mejor es acudir con un especialista. . Eventos traumáticos. Una experiencia sexual violenta o no deseada puede provocar el rechazo a tener sexo aún cuando se desee. Algunos traumas sexuales permanecen ocultos en la psique hasta que un evento en particular los trae de nuevo a la conciencia, así que algo que antes no molestaba, de un momento a otro puede convertirse en un factor de rechazo. . Medicamentos. Especialmente los que se utilizan para tratar alguna condición mental pueden reducir el deseo sexual de alguna o de ambas partes. Otros medicamentos pueden provocar infecciones vaginales o disfunción eréctil. Consultar al médico en estos casos es lo mejor.
. Se acabó el amor. Quizá sea la circunstancia más difícil de aceptar, que una de las partes ha dejado de amar a la otra. El miedo a la soledad, los hijos, la presión social y familiar, pueden ser algunos de los motivos por los que la pareja se mantiene unida a pesar de que ya no existe el amor. . Falta de autoconfianza. Especialmente entre parejas con muchos años, las diferentes etapas de la vida provocan cambios en el cuerpo. Suele pasar que uno o ambos integrantes de la pareja tengan dificultades para aceptar los cambios físicos, lo que genera una pér- dida de la autoconfianza y la autoestima. Entonces no nos sentimos tan seguros para mostrarnos desnudos ante el otro y mucho menos para permitirnos intimidad. . Cambios hormonales. Al llegar la menopausia y la andropausia, la química del cuerpo actúa de otra forma. El ritmo hormonal cambia y, con ello, el deseo sexual puede disminuir o desaparecer por completo.
. Infidelidad. Quizá alguno de los miembros de la pareja está teniendo encuentros sexuales con otra persona, por lo que su energía sexual es utilizada en otro lugar. Si existen sospechas en este sentido, lo mejor es conversarlo en pareja y acudir a un terapeuta.
Lo mejor siempre es hablar con la pareja y llegar a acuerdos claros y mutuos.