MI AMIGO EL MÉDICO Y EL SISTEMA DE SALUD
Todos tenemos o debemos tener un amigo médico, yo además tengo la suerte de tener un hermano médico, lo que me ayuda a zanjar escollos.
Hace unos años le hable a mi amigo Luis Fridman, médico internista y gastroenterólogo, al que le hablo cuando requiero un buen diagnóstico; eran las 2 de la mañana y tenía un fuerte dolor de estómago, me indicó que me tome un vaso de leche, cosa que hice y volví a dormir. A las 8 me volvió a llamar y me indicó que me fuera al hospital porque tenía apendicitis.
El trabajaba en el hospital 20 de noviembre al que yo tenía acceso por ser derechohabiente del ISSSTE. Le dije que me dejaría operar ahí con la condición que él estuviera presente, cosa que sucedió, pero a las 12 de la noche, todo el día lo dedicaron a enviarme a estudiantes.
Muchos años después fui derechohabiente del IMSS y decidí que me podía servir para recibir medicinas “gratis”, aunque en realidad mis cuotas las pagaban, solamente que para recibirlas había que ir cada mes con la doctora, a la que se veía con cita pero siempre había que esperar. Ella se quejaba de que los pacientes le decían que ella era su empleada, lo que es cierto, y yo me quejaba del mal servicio; me enteré entre otras cosas que el sistema era no entregar medicamentos crónicos, cada tres meses por ejemplo, había que recargar el sistema e ir cada mes, porque el IMSS estaba organizado para no funcionar. Cuando me hicieron una colonoscopía el edificio estaba muy sucio y llegue a temer por una infección. En una ocasión le
reporté a la doctora que me sonaba el oído, me revisó y encontró cerilla, en lugar de sacarlo me envió con el especialista quien a su vez me envió a otro lado para lo del sonido, hasta que le hablé a mi hermano y me dijo que tenía tinitis.
Esas dos experiencias en la salud pública eran cuando el sistema “funcionaba”, el 20 de noviembre era de lujo en el sistema, pero la gente con sorna decía, IMSS quiere decir Importa Madre Su Salud e ISSSTE quiere decir Inútil Solicitar Servicio Solamente Tramitamos Entierros. Dentro de la política de bienestar mexicana esas dos instituciones fueron un gran desarrollo, pero algo pasó para que se volvieran disfuncionales.
Poder tramitar mi pensión del IMSS fue una odisea y eso que estaba recomendado, lo más grave es que se trata de la burocracia, pero esta es desalmada, abusiva, maltratan a gente que ya se retiró.
Este es el sistema con el que se atiende al Covid-19, un sistema con instalaciones deficientes, burocratizado, corrompido, con empleados desmoralizados, agredidos tal vez por agravios del pasado y derechohabientes suspicaces.
Un sistema eficiente logra que la gente soporte crisis económicas y sociales, porque es innegable que antes que nada está la salud, pero bajo presión y en condiciones de emergencia es casi imposible subsanar lo que durante décadas se disfuncionalizó.•