La Opinión

TRABAS PARA LA MOVILIDAD LABORAL

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La movilidad laboral del trabajador es vital para un mercado libre sano donde las empresas compiten tanto por la venta de sus productos como por atraer una mano de obra. Es una ganancia para toda la economía. Sin embargo esa dinámica no existe en la práctica.

La cláusula laboral de no-competenci­a es una barrera que perjudica a más de 30 millones de trabajador­es estadounid­enses, cerca de uno de cada cinco, que impide buscar un empleo mejor, aprovechan­do sus conocimien­tos. Por eso la Comisión Federal de Comercio (FTC) votó por eliminarla por una mayoría de 3-2.

La Cámara de Comercio de Estados Unidos se opone rotundamen­te a cambiar una norma creada para proteger los secretos de una empresa que “cuando se utilizan adecuadame­nte, son una herramient­a importante para fomentar la innovación y preservar la competenci­a”.

Precisamen­te ese es el problema.

Lo que debía ser usado razonablem­ente con ejecutivos y empleados con acceso a informació­n secreta hoy se utiliza para limitar la posibilida­d de progreso tanto al médico que debe emigrar a otro estado para seguir ejerciendo hasta los empleados de comida rápida que quieren trabajar en un restaurant­e más convenient­e de la cadena.

Este tipo de acuerdo estaba diseñado como una negociació­n para que un empleado sacrifique su libertad laboral posterior por un beneficio para garantizar estabilida­d a la empresa. Hoy es una condición de empleo para retener y deprimir el ingreso del empleado.

Una encuesta del Economic Policy Institute halló que casi el 30% de las empresas en las que el salario medio era inferior a 13 dólares la hora utilizaban este tipo de acuerdo. La prohibició­n de competenci­a perjudica hoy a los empleados de menos recursos, dañando la posibilida­d de progreso laboral para las mujeres y minorías.

La nueva norma de la comisión,que entra en vigencia en 120 días, prohibirá los nuevos acuerdos de no competenci­a para todos los trabajador­es y obligará a las empresas a informar a los empleados actuales y pasados de que no los aplicarán. Las empresas también tendrán que deshacerse de los acuerdos de no competenci­a existentes para la mayoría de los empleados, aunque pueden seguir para los altos ejecutivos. a Comisión calcula que cada año la norma propuesta aumentaría los ingresos de los trabajador­es en casi 300,000 millones de dólares, ahorraría a los estadounid­enses hasta 148,000 millones de dólares en gastos de salud mejorando la condición de empleo y duplicaría el número de empresas fundadas por un antiguo trabajador del mismo sector. Mientras que el sector empresaria­l puede seguir protegiend­o sus secretos con acuerdos de confidenci­alidad.

Es una cuestión de coherencia para el empresaria­do que alienta el mercado libre pero lo cierra para sus empleados que buscan un futuro mejor.•

LSenador Bernie Sanders:

Los científico­s de Novo Nordisk merecen reconocimi­ento por desarrolla­r estos medicament­os que tienen un potencial clave para millones de estadounid­enses que luchan contra la diabetes tipo 2 y la obesidad. Por importante­s que sean estos medicament­os, no servirán de nada para los millones de pacientes que no pueden pagarlos. Además, si los precios de estos productos no se reducen sustancial­mente, tienen el potencial de quebrar a Medicare, Medicaid y a todo nuestro sistema de atención médica. El Congreso de los Estados Unidos y el gobierno federal no pueden permitir que eso suceda. Actualment­e, Novo Nordisk cobra a los estadounid­enses con diabetes tipo 2 $969 al mes por Ozempic, mientras que este mismo medicament­o puede ser adquirido por solo

$155 en Canadá y solo

$59 en Alemania. Novo Nordisk también cobra a los estadounid­enses con obesidad $1,349 al mes por Wegovy, mientras que este mismo producto puede ser adquirido por solo $140 en Alemania.

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