Trump repliega plan de energía limpia y da más poder a industria del carbón
El Presidente ha prometido reactivar a la moribunda industria del carbón, pero la mayoría de los expertos duda que el nuevo plan logre esa meta
En un claro guiño a la moribunda industria del carbón, la Administración para la Protección Ambiental (EPA) propuso un plan energético que borra las protecciones instituidas por la Administración Obama contra la contaminación de las plantas de carbón y podría causar hasta 1,400 muertes adicionales al año, lo que generó críticas y amenazas de demandas.
La EPA lanzó su propuesta, denominada “Energía Limpia Asequible” (“Affordable Clean Energy”), antes de que el presidente Trump participara en un mitin político en Charleston, Virginia Occidental, considerado el “corazón” de la industria del carbón en EEUU.
Desde la contienda presidencial de 2016, Trump ha negado que la conducta humana esté ligada con el cambio climático. Su plan, de corte populista, cumple una promesa electoral que hizo en sus visitas a estados que dependen de la alicaída industria del carbón.
Sin embargo, aunque Trump ha prometido reanimar la industria, eliminando las regulaciones de Obama que el sector consideraba hostiles, la mayoría de los expertos coincide en que éste no agilizará el renacimiento de ese sector.
Según el Sierra Club, que lidera una campaña nacional a favor de energía renovable, la industria del carbón no regresará a sus días de gloria sino todo lo contrario: desde 2010, 270 plantas de carbón han cerrado o tienen planes de hacerlo, mientras aumentan los empleos en el sector de energía limpia y renovable.
De hecho, las cifras de enero pasado de la Oficina de Estadísticas de Empleo (BLS) apuntan a que, bajo la Administración Trump, apenas 2,000 empleos se crearon en las minas de carbón en los primeros ocho meses de su gobierno y, debido a fluctuaciones en el mercado laboral, para finales de 2017 la ganancia neta de empleos en el sector fue de apenas 900.
Borrar la huella de Barack Obama
Desde que asumió el poder en enero de 2017, Trump ha venido replegando las políticas de la era de Obama con el objetivo de borrar toda huella de su antecesor en los sectores económico, energético y comercial.
La Administración Trump ya había anunciado en junio de 2017 la salida de Estados Unidos del Acuerdo de París de 2015.
También prometió eliminar el Plan de Energía Limpia que la Administración Obama puso en marcha en 2014 con la meta de reducir en un 32%, para el año 2030, las emisiones de dióxido de carbono.
A principios de este mes, la Administración difundió otra medida que relaja las regulaciones sobre las emisiones de los vehículos.
Más poder para la industria del carbón
Según la EPA, el nuevo plan alentará a las plantas de carbón a incrementar su eficiencia y, para efectos prácticos, los gobiernos estatales po- drán flexibilizar los reglamentos que rigen las operaciones en las plantas de carbón. Eso significa que las plantas de carbón podrán expandir sus operaciones con poca vigilancia gubernamental, según sus críticos.
El administrador interino de la EPA, Andrew Wheeler, declaró que la era en que el gobierno federal imponía reglamentos de forma unilateral “se acabó”, y ahora le está dando a los estados y al sector privado “la certidumbre regulatoria que necesitan para invertir en nuevas tecnologías”.
Al promover el nuevo plan, sin embargo, la Administración Trump omite que en su propio análisis técnico, la EPA reconoce que éste “incrementará las emisiones de dióxido de carbono y el nivel de ciertos contaminantes que afectan adversamente la salud humana”.
Durante una rueda de prensa, el senador demócrata de Massachusetts, Edward Markey, y otros líderes de su bancada destacaron que, según las proyecciones de la EPA, el plan ocasionará anualmente entre 470 y 1,400 muertes prematuras en los próximos doce años debido al aumento de ciertos contaminantes que han sido vinculados con enfermedades pulmonares y cardiovasculares, además de desencadenar problemas crónicos como el asma y la bronquitis.
Críticas y posibles demandas
Aunque la propuesta de la EPA se ha ganado aplausos de los republicanos y de empresas de la industria del carbón, ésta generó ataques de líderes demócratas y grupos del movimiento ecologista, y amenazas de posibles acciones judiciales.
El fiscal general de California, Xavier Becerra, quien lidera una coalición de 16 estados contra la política energética de Trump, criticó los esfuerzos de la Administración que, a su juicio, darán marcha atrás “a la lucha por preservar el futuro de nuestros niños y nuestro planeta”.
Por su parte, el secretario para Asuntos Ambientales de Maryland, Ben Grumbles, afirmó que el gobierno estatal sopesa una acción legal contra el nuevo plan, y trabajará con entidades estatales y regionales para continuar el combate contra las emisiones tóxicas que causan smog y otros problemas ambientales.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció ayer que el estado se sumará a la “Powering Past Coal Alliance”, un grupo internacional de gobiernos, empresas y organizaciones que luchan para sepultar las plantas de carbón. Su oficina destacó las medidas que ha tomado para reducir la contaminación en el estado en un 40% en todos los sectores para 2030 y en un 80% para 2050.
Fred Krupp, presidente del Fondo para la Defensa Ambiental (EDF), advirtió que la propuesta “eliminará casi todos los beneficios que salvan vidas” dentro del Plan de Energía Limpia”, y “generará millones de toneladas adicionales de contaminación del aire, poniendo en peligro la salud, vida y futuro de nuestros niños”.
“Mientras EEUU sufre incendios forestales y olas de calor en cifras récord, Wheeler responde con este inútil plan que deja a las familias prácticamente sin salvaguardas contra la peligrosa contaminación climática”, enfatizó.
Ben Monterroso, director ejecutivo de Mi Familia Vota, afirmó que el plan de Obama ayudó a prevenir “miles de muertes prematuras” y fomentó las inversiones en fuentes de energía renovables, pero ahora las empresas tendrán vía libre para generar ganancias a expensas de la salud de las personas y el medio ambiente.
“Una mayor contaminación por el carbón agravará el cambio climático, que ha sido desastroso para el bienestar y estabilidad de nuestra economía”, advirtió Monterroso, quien aconsejó votar en noviembre por candidatos que protejan el medio ambiente.
La exadministradora de la EPA y presidenta de la junta directiva de League of Conservation Voters, Carol M. Browner, acusó a la Administración Trump de ofrecer “obsequios” a plantas de energía que contaminan el ambiente.
El plan es “una nueva estafa” que pondrá en peligro vidas, agravará el cambio climático y reducirá la transición observó.. hacia energía limpia,