CIEN DÍAS DE PESADILLA
Estos últimos 100 días han sido una pesadilla para los inmigrantes. La política migratoria del presidente Donald Trump se refleja en la imagen de las fuerzas de la Agencia para el Control de Aduanas e Inmigración (ICE) removiendo a la salvadoreña Sara Beltrán Hernández de un hospital de Houston, donde se le había detectado un tumor cerebral.
El discurso de la Casa Blanca dice que la prioridad es detener a los indocumentados peligrosos, en la realidad es una mentira.
La explicación oficial dice que la orden ejecutiva de Trump es eliminar los líPLWHV ÀMDGRV SRU HO H[SUHVLdente Obama para las deportaciones. Para eso se amplió exageradamente la lista de deportables prioritarios y se le “quitó las cadenas” a los agentes de ICE.
Como resultado, hoy se detiene en los tribunales a víctimas de violencia doméstica TXH YDQ D WHVWLÀFDU ORV DJHQWHV de ICE esperan en las puertas de un centro religioso, se hacen operativos cuando un padre lleva su hijo a la escuela y cuando buscan a una persona HVSHFtÀFD HQ XQ KRJDU WDPbién se llevan a otros.
&RPR VL QR IXHUD VXÀFLHQWH el Departamento de Justicia quiere convertir a las ciudades y Estados en sucursales de ICE para perseguir a los indocumentados.
Este es el dolor de las familias separadas y la angustia de una comunidad integrada por millones de indocumentados. Pero lo que es pérdida para unos, es ganancia para otros. En la ciudad de Houston y en el condado de Winnebago, Illinois, preparan dos nuevas prisiones privadas para inmigrantes y las propuestas presupuestarias parecen un programa de creación de empleos para ICE y la Patrulla Fronteriza.
No obstante que eso cumple con las promesas de Trump, no se puede decir que su política migratoria es un logro de los primeros tres meses. La Casa Blanca solo cambio una norma dentro de su control burocrático con una orden que deshizo otra orden anterior y nada más.
La orden ejecutiva para prohibir el ingreso de musulmanes de determinados países está congelada en los tribunales. Mientras que la Casa Blanca en un acto desesperado para conseguir el respaldo, no existente en el Congreso, para levantar el muro con México está poniendo el cierre del gobierno como pieza negociadora.
Los primeros 100 días sobre inmigración de Trump son un fracaso si gobernar es trabajar con el Congreso y promulgar medidas que realmente protejan la seguridad pública. Ha sido un éxito si el propósito es crear división y dolor.O