UCF se escapa de una tragedia
La universidad estatal más grande de la Florida se escapó esta semana de una posible tragedia que otras universidades, como la Universidad Tecnológica de Virginia, han tenido que enfrentar.
James Oliver Seevakumaran, un estudiante de 30 años, trató de provocar una masacre en la Universidad de la Florida Central (UCF), pero al parecer terminó quitándose la vida momentos antes de que la Policía llegara a su dormitorio alertado por su compañero de habitación.
Al menos esa es la tesis que sostiene la Policía de la UCF, que cuenta con casi 60,000 estudiantes, según detalló el jefe de la Policía universitaria, Richard Beary.
“Días como (éste) son una prueba para nosotros como individuos, como organización y como comunidad universitaria”, dijo el presidente de la UCF, James Hitt.
“Ningún presidente quiere cancelar clases abruptamente, cerrar dormitorios o evacuar estudiantes a lugares temporales, pero la seguridad y bienestar de nuestros estudiantes, facultad, personal, visitantes y vecinos es la mayor prioridad de la UCF”, añadió Hitt.
El domingo en la noche se recibió la alerta de que había saltado una alarma antincendios del campus, a 13 millas al este de Orlando.
Tan solo minutos después, cuando ya estaban en camino, se recibió una segunda llamada del compañero de habitación de Seevakumaran, diciendo que éste le había apuntado con un arma, pero que había logrado huir de él y atrincherarse en otro habitáculo.
Cuando los agentes llegaron, encontraron en el dormitorio el cuerpo sin vida de Seevakumaran, que se había disparado a sí mismo, y liberaron al compañero, según relató Beary, quien cree que el joven no contaba con la rápida respuesta de la Policía.
Además, hallaron en la habitación varias armas, una gran cantidad de balas y bastante material explosivo, lo que les llevó a ordenar la evacuación de parte del campus durante unas horas.
El joven, exestudiante de Administración de Empresas de la UCF entre 2010-12, y que aún ocupaba uno de los dormitorios, mantenía un diario y un elaborado plan sobre cómo hacer daño al mayor número de personas posibles.
Además acumulaba un elevado número de cargadores de gran capacidad y cócteles molotov, entre otro ma- terial casero para provocar explosiones.
La tesis policial, según Beary, es que la intención de