Usa bien tu reembolso
Si eres el tipo de contribuyente al que le adelantarse a la cita anual obligada con el Tío Sam, casi seguro que a esta hora ya tienes en el banco el reembolso de los impuestos que pagaste de más sobre tus ingresos del 2012. O quizás, el cheque debe estar en camino y posiblemente ya estás pensando en qué hacer con tu reembolso tributario.
Antes de, siquiera, considerar la posibilidad de salir de compras, debes tener en cuenta que ese dinero no es ningún regalo del gobierno por lo buen contribuyente que eres, sino que de tu cheque semanal o mensual te estuvieron quitando (a través del federal withholding tax) más dinero del que debías pagar de impuestos sobre tus ingresos.
Ese proceso de retención te debe servir para comprender que si no llevaste a casa todo tu salario —porque lo enviaste a las arcas del gobierno antes de tiempo— es porque puedes sobrevivir sin hacer tantos viajes al mall o sin gastar más de lo que necesitas. En otras palabras, es la señal de que SÍ eres capaz de guardar. Por eso, esta es la hora de comenzar, por lo menos, una cuenta de ahorros, o mejor abrir una cuenta en un fondo mutuo de inversión, comprar bonos o adquirir algunas acciones, si no lo has hecho ya.
Si te llegaron, por ejemplo, $1,000 dólares de reembolso y los inviertes en un CD —porque no te gusta tomar ningún riesgo en tus inversiones— ten en cuenta que, con el poquísimo interés que están pagando estas cuentas, al final la inflación te comerá las pocas ganancias que logres. Pero considera que si hoy día tienes $1,000, eso significa que cada mes del año pasado enviaste $83 al bolsillo del gobierno sin que te hayan pagado intereses.