Embargo hipotecario contra Asoc. Borinqueña
El Fifth Third Bank ha entrado en un embargo hipotecario contra la Asociación Borinqueña (AB) por unos $1.8 millones, cantidad de un refinaciamiento hipotecario hecho en 2008.
Es por eso que la AB busca vender su sede en la Econlockhatchee Trail y Colonial Drive, al este de Orlando, a una agrupación sin fines de lucro con base en Nueva York.
La AB ha pautado una conferencia de prensa para el 2 de abril supuestamente para anunciar un acuerdo con este grupo.
Mientras, oficiales de la AB no han querido divulgar más información sobre esta situación por temor de estropear las negociaciones.
Además, según fuentes, el Fifth Third Bank piensa que se encuentra en una situación delicada, ya que no quiere ser visto como el banco que hundió a la Asociación Borinqueña, una de las organizaciones culturales más antiguas de la Florida Central, que para muchos representa el orgullo de más de 250,000 puertorriqueños que viven en esta zona.
La sede de la AB cuenta con más de 16,600 pies cuadrados en un terreno de más de tres acres, ubicada en un área de población latina.
De acuerdo con oficiales de la agrupación, este edificio es la sede más grande de una organización boricua en el país.
Muchas actividades y conferencias de prensa acerca de la comunidad puertorriqueña y latina se dan en el edificio de la AB, tales como el recién banquete del Desfile Puertorriqueño de Orlando y una caminata en pro de la reforma migratoria de los congresistas Alan Grayson (D-Distrito 9 de FL) y Luis Gutiérrez (D-Ill).
Sin embargo, la AB se encontró en problemas económicos a sólo cuatro años de inaugurar el edificio, conocido por su garita.
Uno de sus problemas es que la AB apenas tiene más de 200 socios en una región donde los puertorriqueños predominan entre la población latina. Además, no genera suficiente ingreso para pagar su hipoteca u otras obligaciones.
Según fuentes allegadas a las negociaciones, la organización sin fines de lucro de Nueva York interesada en comprar el edificio de la AB permitiría que ésta continuara usando el edificio como su sede, a cambio de pagar un alquiler más asequible.
Esto también evitaría que la entidad se viera obligada a buscar un nuevo local.
En esa misma situación se encuentra la Casa de Puerto Rico, cuya vieja sede fue derribada para construir una gasolinera WaWa hace unos meses atrás.
Desde entonces, la Casa de Puerto Rico no ha podido abrir sus puertas en otro lugar, debido a dificultades en obtener permisos municipales.