Negocian continuidad de jefe de Policía
El Gobierno de Puerto Rico negocia con las autoridades de Miami la continuidad de Héctor Pesquera, el jefe de seguridad del puerto de esta ciudad de Florida que, de forma temporal, está ejerciendo como superintendente de la Policía de la isla caribeña.
Según detalló la prensa puertorriqueña esta semana, ambas partes ultiman ya los detalles para lograr que Pesquera continúe con su trabajo en Puerto Rico, ya que en lo que va de año se han cometido 30 asesinatos menos que en las mismas fechas de 2012.
El asunto de la perma- nencia de Pesquera en el cargo que ocupa desde hace un año se ha convertido en los últimos días en portada de los medios locales, porque se le atribuye una gran responsabilidad en esa significativa reducción de la criminalidad en Puerto Rico, uno de los grandes problemas que sufre la isla.
Técnicamente, Pesquera conserva su puesto como jefe de seguridad del puerto de Miami, pero desde hace cerca de un año desempeña en Puerto Rico una labor temporal negociada por el exgobernador Luis Fortuño con las autoridades del condado Miami-Dade.
Ni el Ejecutivo puertorriqueño ni Pesquera se han pronunciado públicamente sobre este asunto y se han limitado a señalar que continúan las conversaciones.
El comisionado residente, Pedro Pierluisi, del opositor Partido Nuevo Progresista (PNP), criticó que todavía no se haya alcanzado un acuerdo sobre la continuidad de Pesquera.
Pierluisi, que reconoció los logros de Pesquera en la lucha contra la criminalidad, dijo que se improvisa en un tema tan importante para Puerto Rico como es la criminalidad, que se ha reducido desde su llegada.
La prensa local destaca que el secretario de Justicia de Puerto Rico, Luis Sánchez Betances, negocia directamente con Miami la permanencia de Pesquera, que una vez fue jefe del FBI en Puerto Rico.
Según lo publicado por diversos medios, Pesquera estaría dispuesto a admitir un recorte en su salario actual, que asciende a $164,000 anuales, una cifra criticada en su momento por entenderse que excede la paga habitual de los jefes de Policía de Puerto Rico.
La utilización del Caribe y en especial de Puerto Rico como puerta de entrada de la droga que se dirige a Estados Unidos continental ha elevado la criminalidad en la isla, donde bandas rivales se disputan de forma violenta el control de los puntos de venta de estupefacientes.