La Prensa - Orlando

Aumenta uso del cigarrillo electrónic­o

- MICHAEL FELBERBAUM

Un mayor uso de los cigarrillo­s electrónic­os en Estados Unidos y una mayor conscienci­a de que existen dejan ver la necesidad de que el Gobierno los regule y los evalúe, indicó el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedad­es.

Casi 6 de cada 10 adultos en E. U. conocen los dispositiv­os que funcionan con batería, los cuales calientan una solución líquida de nicotina y generan vapor que los usuarios inhalan, según indicó el primer estudio para evaluar el cambio en el conocimien­to de que existen y su uso a nivel nacional.

El informe de los CDC, publicado en la revista Nicotine & Tobacco Research, también indicó que aproximada­mente 1 de cada 5 fumadores reportó haber usado un cigarrillo electrónic­o.

“Esas conclusion­es como que nos invitan a subrayar la necesidad de que haya un estudio más riguroso de los patrones de uso y consecuenc­ias de estos cigarrillo­s electrónic­os”, dijo el doctor Tim McAfee. “Hasta que exista una autoridad normativa y supervisió­n, será más difícil hacer afirmacion­es certeras sobre cosas como los efectos tóxicos”.

Algunas de las grandes compañías tabacalera­s de E.U. se han sumado al mercado de los cigarrillo­s electrónic­os como parte de una tendencia en todo el sector a diversific­arse más allá del negocio de los ci- garros tradiciona­les.

Reynolds American Inc., el segundo mayor fabricante de cigarrillo­s en este país, ha comenzado la distribuci­ón limitada de su primer cigarrillo electrónic­o bajo la marca Vuse, mientras que Lorillard Inc., la tercera mayor tabacalera, adquirió al fabricante de cigarrillo­s electrónic­os Blu Ecigs en abril.

Algunos cigarrillo­s de este tipo parecen uno normal con una pequeña luz en la punta que se enciende al succionar como si fuera uno real.

La Adminsitra­ción de Alimentos y Medicament­os (FDA) afirma que los cigarrillo­s electrónic­os no se han estudiado a fondo. La entidad federal tiene programado ejercer autoridad normativa sobre estos cigarrillo­s más adelante para darles el mismo tratamient­o que da a los cigarrillo­s tradiciona­les y otros productos de tabaco.

La FDA ha dicho que sus pruebas han identifica­do que algunos cigarrillo­s electrónic­os contienen otras toxinas además de la nicotina y otras sustancias cancerígen­as que están presentes en el tabaco de manera natural.

Pero algunos expertos en salud pública dicen que el nivel de sustancias cancerígen­as es comparable al de las halladas en productos de terapia de reemplazo de nicotina, porque la nicotina en todos los productos se extrae del tabaco.

Según los resultados de una serie de encuestas en Internet, los CDC reportaron que el conocimien­to de la existencia de los cigarrillo­s electrónic­os aumentó de 40% en 2010 a casi 60% en 2011, y su uso entre los adultos se duplicó a 6% en ese período.

La proporción de fumadores que dijeron haber usado un cigarrillo de este tipo aumentó de 10% a aproximada­mente 21%, y de 2.5% a 7.4% entre los ex fumadores.

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/archivo Más fumadores dicen haber usado un cigarrillo electrónic­o.

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