Confirmar a Thomas Pérez
Hasta hace poco, el presidente Barack Obama no había incluido ningún latino en el gabinete de su segunda administración. Finalmente mejoró su nómina con una excelente postulación: el dominicano Thomas Pérez para secretario del Trabajo.
Thomas Pérez –actualmente asistente del fiscal general en la División de Derechos Civiles del Departamento de Justicia—, viene a reemplazar a Hilda Solís, quien dejó el cargo en enero. Pérez, de 51 años, es hijo de inmigrantes quisqueyanos que trabajó para costearse sus estudios y recibirse de abogado en la Universidad de Harvard. Hoy goza de una impresionante carrera de lucha contra prácticas discriminatorias.
Tener un hispano al frente del Departamento del Trabajo ha sido una buena estrategia de parte de Obama. El desempleo entre hispanos y minorías es más alto que el promedio entre otros grupos; como lo son casos de abuso y discriminación en industrias de mano de obra barata. Tener el entendimiento y la sensibilidad para atender y corregir estos problemas sería una ventaja.
A pesar de su larga trayectoria profesional y credenciales académicas, la nominación de Pérez fue mal recibido por algunos legisladores.
Según senadores como Jeff Sessions, de Alabama, “Pérez ha buscado agresivamente maneras de contratar a más trabajadores ilegales” (sic). Una distorsión que probablemente provenga del hecho de que Pérez lideró la investigación en contra del alguacil de Maricopa, Arizona, Joe Arpaio, por prácticas policiales discriminatorias en contra de latinos. Sindicatos como AFL-CIO, que piden un menor número de visas para trabajadores foráneos, aplaudieron la nominación.
La negación a este nombramiento, de una manera tangencial, también podría estar relacionada con el liderazgo de Pérez en una serie de investigaciones de leyes electorales discriminatorias hacia votantes de minorías.
La posición de los opositores lamentablemente reafirma que el actual GOP sigue teniendo problemas con los hispanos, a pesar de su intento de adoptar un tono más conciliatorio.