Pocos regresarían a Cuba
Una proporción muy pequeña de la diáspora de cubanos, de 2 millones de personas, contempla regresar a Cuba para quedarse, aunque sí colaboraría en la reconstrucción del país en un eventual proceso de cambio democrático, consideró el académico Jorge Duany.
A lo sumo un 10% o 20% de los cubanos en el extranjero se plantea regresar a su país, pero la mayoría “estaría dispuesta a viajar a Cuba para apoyar el desarrollo y la reconstrucción económica” de la isla o adquirir allá “una segunda residencia“, señaló Duany, director del Instituto de Investigación Cubana de la Universidad Internacional de Florida (FIU).
El también catedrático de Antropología de la Universi- dad de Puerto Rico precisó que no se puede descartar el componente de “anti-castrismo” que “aglutina” a la mayoría de los cubanos en el extranjero, aunque ya no es el único elemento identificador de la histórica y larga dispersión de esta población.
Se trata de una “migración circular” que ha modificado de forma sustancial el perfil de la diáspora cubana, que ahora emigra por razones económicas y se acaba asimilando a los países de acogida, explicó.
El académico llamó la atención sobre la alta cifra de cubanos de la diáspora, un 15% de la población total de un país con 11 millones de habitantes, que se reparten principalmente entre Norteamérica, América Latina, el Caribe y Europa.
Duany destacó que esta diáspora ha perdido la naturaleza monolítica y homogénea en lo ideológico que caracterizaba a las primeras generaciones de exiliados y posteriores oleadas de emigrantes en las décadas de 1970 y 1980.
Dentro de la “antipatía” que profesa la mayor parte de la diáspora hacia el castrismo se manifiesta en su seno, no obstante, una patente “diversidad”, a veces de fricción, respecto de asuntos como el embargo comercial de E. U. a Cuba o la negociación y diálogo con las autoridades cubanas.
Al final, “lo que une a la gran mayoría de la comunidad cubana en el exterior es la oposición al régimen de los hermanos Raúl y Fidel Castro”, apostilló.
En cuanto a las posibles diferencias entre los términos exilio y diáspora, el académico explicó que el primero se utiliza preferentemente en referencia al denominado “exilio histórico”, los cubanos “perseguidos” que salieron de Cuba en losaños ‘60.
Sin embargo, para las últimas oleadas de emigrantes la principal motivación es económica, la “búsqueda de una vida mejor”, aunque estos factores “no pueden divorciarse de lo político”, dijo.
En cuanto a la recurrente cuestión de la reconciliación entre cubanos de fuera y dentro del país, Duany apuntó que, “si bien hubo en las primeras décadas de la revolución una confrontación entre las familias”, a partir de los ‘80 “se ha ido produciendo la reconciliación emocional, personal y familiar entre amigos y parientes”.