Venezolanos en Orlando recuerdan su país en día patrio
Venezolanos residiendo en Florida celebran el Día de la Independencia de Venezuela y el Día del Refugiado Venezolano esta semana, siendo el 5 y el 7 de julio dos fechas significativas para quienes viven fuera de su tierra.
Isabel León García llegó hace dos años a Kissimmee en busca de una nueva vida. Aunque le costó dejar a su familia en Venezuela, está segura que tomó la decisión correcta al ver los resultados con un trabajo estable.
“Desde que llegué aquí el cambio es bien distinto a mi país, la seguridad, la tranquilidad, la calidad de vida. Es duro… en un principio cuesta la adaptación, pero uno ve que hay oportunidades y si uno se esfuerza puede conseguir algo bueno”, dijo esta periodistaque cubrió diversos sucesos en Venezuela. Hoy, García está ajustando su estatus migratorio, teniendo que sobrellevar la distancia de la familia, amigos y dejar todo atrás en su país.
“De vez en cuando a uno le entra esa depresión. Lo que me motiva es que sé que puedo ayudar a mi familia. Lo hemos estado logrando. Demoré dos años para estabilizarme y lo estoy viendo ahora”, agregó. García vive en Florida con su hermano, su hermana y padre, quien llegó recién; su mamá está por llegar en los próximos meses.
Según reportes internacionales, la crisis económica y política en Venezuela ha empeorado por lo que más venezolanos están inmigrando a EEUU. En 2014, al menos 2,939 peticiones venezolanas de asilo político se hicieron al gobierno de EEUU. Desde entonces, Venezuela se encuentra entre los 10 países con más solicitudes de asilo y refugio junto con Honduras, Guatemala y El Salvador, según la Oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración.
La joven Rosa Pereira Vega, quien llegó el año pasado, cuenta con una visa de estudiante. Quiere ser bióloga marina y aunque le duele vivir separada de su familia, amigos y su país, dijo que no tiene otra alternativa y aprovecha la oportunidad que le da este país para realizar su sueño profesional.
“Es muy difícil. Mi papá vino el año pasado, y cuando se volvió a Venezuela le robaron la visa”, dijo con voz entrecortada.
“Tengo amigos que tienen mucho talento por explotar, pero no hay oportunidades. Siempre se dice que si quieres algo lo puedes lograr, pero es muy difícil en Venezuela. No hay posibilidad de entrar a la universidad porque no hay cupo y está en protestas”, agregó la estudiante. Pese a la nostalgia, la joven se ha dado un tiempo para celebrar las festividades junto a otros venezolanos que han emigrado.
Para Alfonso Ramos, director de la organización sin fines de lucro Justice Shall Be for All y organizador de la celebración del Día de In- dependencia de Venezuela y Día del Refugiado Venezolano en Kissimmee, unir a los compatriotas recién llegados con los que ya están establecidos en la región es una oportunidad de confraternidad y compartir estas festividades aunque estén lejos de casa.
“Este país nos ha abierto los brazos a muchos venezolanos e hispanos que venimos de nuestros países con sueños, buscando esa paz, que no la hay ahora mismo en Venezuela. Es un momento donde agradecemos esta acogida, y vemos como cada uno está contribuyendo a esta nación”, dijo Ramos.