Puerto Rico cae en el impago pero protegido por la Junta
Tras la aprobación de PROMESA la isla dejó de pagar $911 millones
Puerto Rico incurrió en el primer impago de deuda respaldada de su historia, después de que su gobierno —alentado por la protección jurídica que le confiere el rescate aprobado por Washington— decidiera dejar de pagar $911 de los $2,008 millones que debía abonar a sus acreedores.
“Hoy no solo recuperamos el país para los puertorriqueños, sino que iniciamos la recuperación económica del país. Hoy empezamos a quitar el país de las manos de nuestros acreedores para devolvérselo a los puertorriqueños”, dijo el gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, en una conferencia de prensa.
Este impago se produjo un día después de que el presidente estadounidense, Barack Obama, aprobara un proyecto de Ley de rescate a la isla, bautizado como ‘Promesa’, y que da un margen de unos meses al gobierno puertorriqueño para reestructurar su deuda sin que los bonistas puedan demandarlo.
A cambio, establece la imposición de una junta federal de control fiscal que se establecerá en los próximos meses y que supervisará la actividad del Gobierno local y las finanzas de la isla, que acaba de cerrar su undécimo año en recesión, dedicando más de un tercio de su presupuesto a pagar deuda y sufriendo la mayor ola migratoria de su historia.
Ahora, el gobierno de Puerto Rico también anunció que tiene previsto aplicar más “medidas extraordinarias para aumentar la liquidez” en los próximos seis meses, entre las que citó retrasar pagos a proveedores y reservas a los sistemas de retiro, prolongar la financiación interna al gobierno central por parte de ciertas entidades públicas con recursos, y posponer gastos de capital.
“Estas medidas deberán implantarse incluso si no se pagan las GO ni el resto de deuda garantizada”, apuntó el Banco Gubernamental de Fomento, quien advirtió que la liquidez del gobierno puertorriqueño se agotará en “los próximos 30 a 60 días”, algo “peligroso” para “un gobierno que financia servicios a millones de puertorriqueños”.
En cualquier caso, García Padilla descartó que a corto plazo se vaya a tener que decretar un cierre gubernamental por falta de liquidez, ya que, según dijo, en las arcas públicas “entra y sale dinero todos los días”.