Cuándo y cómo hablar de política con tus hijos
Las actuales elecciones presidenciales y medidas migratorias proporcionan el momento ideal para hacerlo
El tono exacerbado de las campañas políticas que llevan actualmente algunos de los candidatos a la presidencia de Estados Unidos, y en particular el millonario republicano Donald Trump, ha creado un ambiente de incertidumbre entre las familias inmigrantes.
Algunas políticas que Trump ha anunciado, como el deportar a todos los indocumentados y levantar un muro en la frontera con México, de llegar a ganar, han sembrado nerviosismo y temor en muchos padres de la comunidad latina que no han regulado su situación migratoria en este país.
Ante esta situación, es imposible excluir a los hijos de los temas políticos que son hoy el pan de cada día de los medios noticiosos, las conversaciones de la gente y las preguntas que los niños más entendidos hacen.
Y de ese bombardeo de noticias, deben surgir las conversaciones de los padres con sus niños, las cuales los expertos aconsejan se tengan para transmitir un mensaje positivo que no fomente el temor.
“Es normal que en estos tiempos de tanta incertidumbre, tras las anunciadas redadas (de parte de Oficina de Inmigración y Aduanas, ICE) para deportar a los inmigrantes sin documentos, algunos niños (particularmente mayores de 7 u 8 años) se sientan nerviosos y hagan preguntas sobre qué está pasando”, dice la psicoterapeuta Geny Zapata, directora de la División de Medicina Conductual de la Práctica de Medicina Familiar del White Memorial Medical Center.
En vez de callar, los padres tienen que prepararse para tomar el control de la estabilidad emocional de sus hijos y aprovechar la oportunidad para hablarles de política.
“Los niños deben estar informados, de acuerdo con su edad, entendimiento y curiosidad, de los temas políticos”, dice Zapata.
La terapeuta explica que si los menores se encuentran ansiosos ante las redadas, el primer paso que deben dar los padres para tomar el control emocional es dejarles saber que “papá y mamá los aman mucho y ya tienen un plan establecido en el caso de que sean separados por la deportación”.
“Estas palabras de seguridad son importantes para los pequeños, porque a cualquier edad, lo que necesita un niño o una niña es seguridad y control”, resalta Zapata.
El tema político
Al momento de tocar el tema de la política, la psicoterapeuta dice que en lugar de que los adultos hablen hay que preguntarle a los menores qué entienden y qué piensan acerca de lo que está pasando. Y si surgen preguntas, contestarlas con palabras apropiadas al entendimiento de su edad.
“Cuando se habla de política con los hijos es importante hacerlo de manera respetuosa, sin palabras que siembren en ellos el racismo, el desprecio, la división o la intolerancia”, resalta Zapata. “Antes de hablar, hay que pensar muy bien en los valores y principios que uno quiere inculcarles”.
La forma más saludable para hablar con los hijos de temas políticos es usando un vocabulario parcial. “No es bueno utilizar palabras que creen un ambiente de hostilidad, ira e intolerancia”, considera la especialista. “Como individuos sociales que somos, tenemos que fomentar en los hijos el respeto y la tolerancia hacia las diferentes culturas, idiomas, ideologías y practicas religiosas”.
Es así que para transmitir un mensaje positivo se deben evitar los discursos proselitistas de discriminación y polarización. “Podemos decirles, por ejemplo, que hay personas que piensan diferente a uno, que no entienden ni aprecian la diversidad racial ni cultural, algo que enriquece a toda sociedad”, denota la experta en comportamiento humano.
Los mensajes deben ser siempre de tolerancia, porque si creamos más sentimientos negativos, hostiles y destructivos, vamos a seguir impulsando ese “ciclo de animosidad”. Es decir que, el objetivo central, es el de usar palabras que promuevan la democracia, la convivencia, la paz, etc.
El poder de la identidad
El cimentar en los hijos el origen racial y cultural con orgullo, es una de las herramientas clave que los menores tendrán por el resto de la vida para contrarrestar cualquier acto de bullying proveniente de individuos que son agitados por mensajes racistas.
“Un niño que está orgulloso de su origen, raza y cultura está lo suficientemente empoderado como para responder, con respeto y sin ofensas, ante cualquier comentario negativo que algún compañerito de clase haga en contra de él”, asegura Zapata.
Este mismo poder de iden- tidad, motivará también al menor a participar con agrado y entendimiento en las manifestaciones a las que sus padres se unan, de manera pacífica y voluntaria, cuando
ideales.. se trate de abogar por causas y medidas políticas afines a sus