La ‘Reina de la Calle Cuna’ mantiene la tradición de los cigarros
En Isabela’s Bar Cuba, en San Agustín, los visitantes pueden disfrutar de cigarros de calidad y vinos exquisitos en un ambiente acogedor y relajante
El humor de Isabel Alonso ha cautivado a muchos que pasean por la calle Cuna en el centro histórico de San Agustín. Y es que Alonso no deja escapar a un solo visitante sin llevarse su gracia y buen humor de las anécdotas de su vecindario, donde por más de 30 años ha logrado tener los mejores aromas de cigarros en todo el Norte de la Florida. Pero fue durante la celebración del aniversario 450 de la fundación de San Agustín cuando Isabel creó una línea limitada del ‘Cigarro 450’ que por cierto sobrepasó las ventas.
Conocida como la ‘Reina de la Calle Cuna’, Isabel asegura que lo mejor de su vida es sentarse con nuevos amigos sin importar de donde vengan.
Nació en San Antonio de los Baños en la Provincia de Artemisa en Cuba, en medio de campos rodeados de cultivos de tabaco. “Desde muy joven mis tíos y abuelos me enseñaron a determinar la pureza y buena calidad de la hoja del tabaco para el enrole. Al mismo tiempo me di a la tarea del enganche de hojas para curarlas y el añejamiento en los ranchos tabacaleros. Tengo bellas anécdotas desde joven en Cuba en donde mi familia sobrevivió en la industria del tabaco. Desde ese entonces fue que nació esta inspiración y pasión por los cigarros”, dijo.
Al inicio de los años 80, su establecimiento fue una boutique en donde la venta del arte manual era el producto con el que ella expresó su amistad a los visitantes de San Agustín. Con los años, la boutique se fue transformando en aquello que por mucho tiempo fue la sombrilla financiera de su familia en Cuba, los cigarros, y a eso le incorporó los vinos.
En 2011, Isabel quiso dejar una mejor impresión de sus productos a sus clientes y nombró su establecimiento el El Bar Cuba, en donde los clientes podían disfrutar en una atmosfera familiar, confortable y relajada con sus cigarros favoritos, cerveza y vinos en el corazón del distrito histórico de San Agustín.
Pero no solo la venta del cigarro y el buen vino es la historia del día en esa angosta calle de antiguos adoquines y casas estilo victoriano, actualmente conocido como Isabela’s Bar Cuba, sino que ella fue creando a través de los años su propio carácter.
“Desde muy pequeña mi casa estaba rodeada de campos tabacaleros. Nuestra casa estaba localizada cerca de las vegas Hoyo de Monterrey en la provincia de Pinar del Río en Cuba. Este lugar era y sigue siendo el lugar icónico del mejor cultivo del tabaco y es que la superficie se presta para mantener constantemente húmeda las siembras pero que la mano obrera aporta a la naturaleza colocándole unas mayas para protegerlas del excesivo sol”, dijo.
“Mi padre nos llevaba a trabajar en las fincas de Carlos Toraño… mi tarea era colgar las hojas de tabaco para que se cocieran y la fermentación. Algo muy memorable de mi familia es que mi mamá sostenía mi hermano en un brazo y el otro estaba enrollando y de vez en cuando fumando, era ya algo muy clásico en las mujeres en la industria del tabaco”, añadió.
Pero no todo el mundo puede definir la pureza y la calidad de un buen cigarro o puro y eso es algo de lo que también Isabel comparte con sus clientes. “Todo lo que aprendí en las fincas Hoyo de Monterrey es ver cómo mantenían las hojas en un ‘saco de yute’ para cuidar su pureza, la diferencia entre un habano y el cigarro es el ‘ rape’, la capa del cohíba que se extrae de la parte de abajo de la mata del tabaco”, explicó.
En busca de lo mejor
Actualmente, Isabel de- dica mucho tiempo buscando las mejores plantaciones del tabaco en Latinoamérica que tengan toda la calidad de un buen cigarro porque de no ser así no pasa al ‘Callejón de los Cigarros’, una habitación bajo un cuidado ambiental que permite proteger la consistencia y frescura de los cigarros así como sus empaques o cajas de puros o estuches de marcas favoritas como Padrón, Hoyos de Monterrey, La Flor Dominica, La Gloria Cubana Torano, A. Fuente y Montecristo, entre otras para sus frecuentes clientes, como es el caso de Víctor Agruso, quien se encontraba en el local disfrutando un cigarro y un copón de Vino Puerto.
“Buenos cigarros, un buen Puerto, buenos amigos, me siento como en casa”, dijo Agruso.
Tres veces al año Isabel hace una presentación especial frente a su establecimiento en donde expertos en el enrolladlo del cigarro vienen a demostrar al público el proceso desde el seleccionado de la hoja del tabaco hasta llevarlo listo para fumar.
Pero Isabel asegura que no debe faltar una buena copa de vino cuando fumas el cigarro. Para eso ella ha surtido su local con los mejores vinos de España, Portugal, Italia, Francia, Sur África, Australia, Argentina, Chile y California.
“Estamos recibiendo cigarros o puros importados de Nicaragua que son los mejores y los de República Dominicana que tienen una posición geográfica adecuada para ese cultivo. Claro, la semilla originalmente es de la Isla de Cuba”, dijo Isabel. “Los clientes no solo vienen a comprar los cigarros y vinos sino que pueden disfrutar de ellos en un atmosfera relajante y tranquila. Yo converso con ellos, hablamos de todo, desde la historia, política, arte y finanzas, y siempre cerramos con el buen humor, porque San Agustín es una ciudad muy especial”.