Ayúdalos a frenar y superar el ‘cyberbullying’
¿Notas a tu hija o hijo algo callado, ensimismado, ansioso, deprimido y hasta se niega ir a la escuela? Si es el caso, valdría la pena que lo abordaras con mucho amor para preguntarle si su actitud se debe a que está siendo acosado cibernéticamente.
Y es que como explica la psicoterapeuta Anabel Castrezana, los anteriores comportamientos son algunas de las señales de alerta de los adolescentes y jóvenes que son víctimas del “cyberbullying”, que en los últimos años se ha incrementado y hasta causado el suicidio de algunos de sus afectados.
Un nuevo estudio realizado por la Asociación Americana de Sociología (ASA) reveló, que el acoso juvenil es perpetrado por examigos, exnovios, amigos y compañeros de clase que por envidia o recelo se mofan, calumnian, desacreditan y ponen en ridículo a sus víctimas.
“Una preocupación común sobre el ciberacoso es que los desconocidos pueden atacar a alguien, pero [en este estudio] vemos evidencias de que hay riesgos significativos asociados con las conexiones cercanas”, dice Diane Felmlee, profesora de sociología en la Universidad Estatal de Pensilvania y autora líder de una encuesta realizada en 2011 entre unos 800 estudiantes de una escuela de un suburbio de Nueva York, que cursaban del octavo al décimo segundo grado.
“Creemos que la competencia por el estatus y la estima representa un motivo del ciberacoso entre los compañeros de estudio. Los amigos o examigos son propensos a encontrarse en situaciones en las que luchan por los mismos puestos y conexiones sociales en la escuela, clubes o deportes”, agrega Felmlee.
En cuanto a las exparejas, la investigadora asegura que éstas acosan porque con frecuencia tienen resentimiento como resultado del rompimiento, y exteriorizan estos sentimientos con agresividad en línea.
“A veces lo hacen pensando en que pueden recuperar al exnovio o exnovia o evitar que, al avergonzarlos o acosarlos, éste o ésta salga con otros”, denota Felmlee.
Cómo solucionarlo
Como en la mayoría de los casos los padres de la víctima y el acosador se conocen y hasta son amigos, Castrezana dice que se debe evitar el tratar de solucionar el problema directamente con los progenitores del cirbeacosador.
“El confrontar a los padres del acosador transforma la situación aún más difícil cuando estos son de aquellos que piensan que su hijo o hija es incapaz de estar haciendo cyrbebullying”, explica la experta en comportamiento humano. “Por eso la mejor solución es acudir directamente a la rectoría para poner la queja y dejar que la escuela haga su propia investigación y tome las medidas necesarias”.
Apoyo a la víctima
Cuando un adolescente sufre cirberacoso es bueno que se retire por unas semanas de las redes sociales y se involucre en actividades con otro tipo de amigos.
Si lo anterior no funciona, hay que buscar ayuda profesional de inmediato, particularmente cuando el menor continúa con comportamiento ansioso o de depresión.
Dejarles ver que es mejor tener un círculo de amigos
sociales.. verdaderos y valiosos, en vez de muchos para ser popular en redes