¿Pueden los republicanos deshacerse de Trump?
El último escándalo complica al Partido Republicano que busca mantener el control del Congreso así como otras posiciones en varios estados
No lo rechazaron cuando lanzó su candidatura y dijo que México “no manda a los mejores” sino a los violadores y narcotraficantes.
Tampoco cuando pidió que se prohibiera la entrada al país de cualquier persona que profesara la religión musulmana, ni todas las veces que amenazó con palabras violentas a los que protestaban en sus mítines.
Tampoco lo dejaron de lado cuando se supo que aprovechaba cada hueco en la ley para evitar pagar impuestos, aunque ha criticado seriamente a otros que no han pagado los suyos, ni cuando dijo que una ex miss Universo era una “Miss Housekeeping” y una “cochinita”.
La lista es larga y si bien es verdad que desde el principio existieron los “never Trumpers” (nunca Trump) en el Partido Republicano, la mayoría permanecía más bien al margen mientras el liderazgo del partido organizaba su convención para coronar a un candidato que la élite republicana no quería, pero que tenían que aceptar.
Pero luego de que se publicara un video y audio de Trump haciendo comentarios lascivos respecto a mujeres, asegurando que el podía hacer lo que quisiera con ellas por ser famoso, inclusive agarrar sus partes íntimas, una avalancha de republicanos abandonó, uno tras otro, su apoyo al candidato.
Muchos se preguntan: ¿por qué ahora y no antes?
La ex senadora estatal de California Martha Escutia – quien es demócrata– escribió en su Facebook: “Supongo que decir “p….y” (palabra vulgar por vagina) es peor que afirmar que los mexicanos son violadores y narcos”, dijo la política, ahora retirada de esas lides.
¿La realidad? El Partido Republicano y muchos de sus políticos en campañas duras de reelección ya temen que Trump sea un lastre alrededor de sus cuellos y no solo pierda él, sino les haga perder a todos.
Los analistas explican que no se trata realmente de un rechazo moral, aunque muchos de ellos lo presentan como tal.
“Sí, la mayoría lo presenta como un tema moral, dicen estar horrorizados porque tienen madres, esposas, hijas”, dijo la analista y profesora Sherry Bebitch Jeffe. “La realidad es que los empuja la necesidad política. ¿Cómo ser un gran senador, o congresista, si no puedes ganar la elección?”.
Un analista republicano lo definió con claridad:
“Es que esta fue la gota que derramó el vaso”, explicó Charles Dunn, profesor de gobierno retirado y exfuncionario de varios gobiernos republicanos. “Los republicanos reconocen que su oportunidad de ganar la Casa Blanca se aleja cada vez más y que además, deben preocuparse por el efecto que esto tiene en otras contiendas”.
Es por eso que, de los republicanos que le han retirado su apoyo a Trump en las últimas horas, varios de ellos están enzarzados en campañas difíciles de reelección, y que hasta ahora lo habían apoyado por temor al efecto que pudiera tener en ellos el romper con el nominado.
Como ejemplo están los casos de Kelly Ayote, senadora de New Hampshire que está en una campaña de reelección contra la gobernadora demócrata del estado. El lunes pasado, durante un debate, le preguntaron a Ayote si veía a Trump como “un modelo para sus hijos”. Contra la pared, Ayote respondió que sí que “tenemos muchos modelos pero sí, claro que él lo sería”.
Al parecer la reacción contra ella fue tan fuerte que ese mismo día se retractó.
Hubo reportes de que el Comité Nacional Republicano (RNC) había suspendido la transferencia de recursos de sus cofres a la campaña de Trump y que sus líderes estaban reunidos considerando qué hacer, y si era posible de alguna manera cambiar de candidato.
“Lo que están temiendo es que se convirtió en un candidato venenoso, tóxico para otros republicanos más abajo en la boleta”, dijo Jeffe.
Esta situación complica aún más los escenarios posibles para el Partido Republicano, que en los comicios del próximo 8 de noviembre también se juega el control del Congreso, y algunos legisladores corren peligro de perder la reelección.
Una posibilidad es que Trump se retire, algo que no piensa hacer, salvo que cometa otro error mayúsculo. El RNC puede reemplazar a un candidato en caso de “muerte, renuncia” u otras razones pero, debido a complejas reglas estatales sobre la modificación de papeletas, y el voto por adelantado que han empezado en algunos estados, lo más probable es que el Partido está amarrado a Trump.l