La Prensa - Orlando

‘Gracias al béisbol por todo, no le puedo pedir más a Dios’

David Ortiz vio concluida su legendaria carrera el lunes inundado de lágrimas y recuerdos

- Jairo Giraldo B@jairogiral­do10

El último acto de David “Big Papi” Ortiz en Fenway Park empieza a ser recordado como la noche en la que los Medias Rojas cerraron una semana de miserias y fueron barridos 3-0 por los Indios de Cleveland en la Serie Divisional de la postempora­da.

Anticipar sus vacaciones de manera tan abrupta no estaba en los planes de nadie, puesto que los “Patirrojos” fueron por mucho el equipo con el mejor cierre de temporada. Sin embargo, esta vez volvió a ser válida aquella sentencia lapidaria que ha explicado tantos fiascos en Grandes Ligas: “No importa cómo juegas en el año, lo que importa es cómo juegas en octubre”.

“Aunque las cosas no terminaron como nosotros queríamos, fue un paso importante para la organizaci­ón porque fue como si de la noche a la mañana pasáramos de ser un equipo malo a ser un equipo bueno”, dijo Ortiz frente a un centenar de periodista­s acreditado­s en Boston.

Quisieron los dioses del béisbol que fuera Terry Francona, hoy mánager de Cleveland, el hombre que recibió a Ortiz en Boston en 2002 y lo graduó como campeón en los títulos de 2004 y 2007, el mismo que lo despachara por la puerta de atrás.

Ya “Big Papi” había agota- do sus pasos de 20 años por la caja de bateo y la tribu celebraba ruidosamen­te con champaña en su clubhouse cuando Ortiz debió regresar al campo y fue directo al montículo.

Tan pronto como en cuestión de minutos los fans bostoniano­s tenían asimilada su derrota en el último día del “Papi” y su fracaso en esta campaña, pero seguían allí.

“¡No nos vamos!”, “¡no nos vamos!”, era el grito de 39,530 febriles seguidores que querían verlo por última vez vestido con la divisa de los Medias Rojas. Por eso debió volver.

Entonces caminó directo al montículo, sumido en sus propias sensacione­s, y empezó a flamear la gorra para sentir que ya no habría más juegos ni más turnos al bate. Y que allí donde había empezado... allí acababa todo.

Enjuagó sus lágrimas y se fue en la última noche de béisbol para bajarle el telón a una carrera colosal en la que bateo para .286, con 541 jonrones, 1,769 carreras producidas y 2,472 imparables.

“Gracias al béisbol por todo, no le puedo pedir más a Dios”, indicó el afamado pelotero.

Con 40 años, David “Papi” Ortiz bateó para .315 con 38 jonrones, 48 dobles y 127 remolques.

Nadie va a recordar que en la última serie ante Cleveland se fue de 1-9 y que su útima contribuci­ón fue una carrera remolcada con un elevado en la sexta entrada. historia..

David “Papi” Ortiz ya es

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GETTY IMAGES David ‘Papi’ Ortiz en su último paso por el campo del Fenway Park de Boston la noche de su despedida, después de 20 años de carrera.
 ?? GETTY IMAGES ?? ‘Gracias, Papi’, se lee en esta pancarta con la que varios aficionado­s mostraron su cariño al toletero.
GETTY IMAGES ‘Gracias, Papi’, se lee en esta pancarta con la que varios aficionado­s mostraron su cariño al toletero.

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