La frontera no está ‘preparada’ para una crisis de repatriados
Debieron anticiparse, pero no lo hicieron y los cinco estados mexicano fronterizos a Estados Unidos se declararon no aptos para hacer frente a un posible incremento de repatriaciones una vez que Donald Trump asuma la presidencia por lo que exigen un fondo extraordinario.
“El fondo de fronteridad”, lo llaman los gobernadores.
Aún inexistente hasta autorización del Congreso mexicano, este dinero que buscan los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Sonora y Baja California tiene un antecedente: el fondo de capitalidad que logró la Ciudad de México al declararse el epicentro de problemas sociales ajenos a ella misma.
“Si se justificó el fondo de capitalidad, el fonde de fronteridad con mayor razón”, dijo Javier Corral, gobernador de Chihuahua, quien recientemente tomó el cargo y fue parte de un encuentro el pasado fin de semana con otros mandatarios fronterizos alarmados por el futuro.
Las entidades del norte de México esperan sumar en sus calles a miles de retornados por las políticas radicales del magnate republicano en un cóctel social que incluye las repatriaciones de mexicanos más los centroamericanos, haitianos y africanos que se aglomeran por miles en espera de una oportunidad.
En 2015 y 2016, Estados Unidos devolvió a México alrededor de 180,000 mexicanos cada año, principalmente por vía terrestre: dos terceras partes por Baja California y Tamaulipas y el resto repartido en los otros estados.
A decir de analistas migratorios como Leticia Calderón, del Instituto Mora, el fondo que solicitan los gobernadores no sólo es necesario sino “indispensable”. “Lo más lamentable es que los legisladores y el ejecutivo no hayan pensado en un recurso adicional y peor aún que los recursos destinados a esta atención hayan disminuido en el presupuesto 2017”, dijo.
“Estamos frente a un nuevo escenario cultural donde los mexicanos deportados, los haitianos y africanos se van a quedar en México porque es menor la cantidad que dejarán entrar en EEUU y tenemos que pensar qué vamos a hacer”.
Entre los principales problemas que ahora enfrentan es la falta de empleo y la amenaza permanente del crimen organizado, sea para extorsión, secuestro y reclutamiento, principalmente en Tamaulipas.l