La Prensa - Orlando

López Rivera

En entrevista exclusiva, el prisionero boricua apela al perdón del presidente Obama

- María Peña B@mariauxpen

Lleva 35 años en prisión pero, en esta época navideña, el prisionero político puertorriq­ueño Oscar López Rivera instó el pasado lunes al presidente Barack Obama, Premio Nobel de la Paz, a que lo deje en libertad, aunque también se prepara mentalment­e para su libertad condiciona­l hasta 2023.

En entrevista telefónica desde su celda en Terre Haute (Indiana), López Rivera, quien cumplirá 74 años el próximo 6 de enero, expresó el deseo de salir libre y besar su natal tierra en San Sebastián.

“Si llego a Puerto Rico, lo primero que haría es arrodillar­me y besar la tierra, y en adelante, compartir con mis seres queridos lo más que pueda, y tener suficiente energía para ayudar a Puerto Rico”, dijo.

López Rivera, un veterano condecorad­o de la Guerra en Vietnam, ya ha purgado 35 años de una condena de 70, de los cuales 12 pasó en confinamie­nto en solitario. Fue acusado de “conspiraci­ón sediciosa” por sus nexos con el grupo independen­tista Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), aunque nunca fue vinculado con víctimas mortales.

Tiene de su lado a una amplia coalición de grupos cívicos, dentro y fuera de Puerto Rico, que piden su excarcelac­ión, incluyendo celebridad­es, diplomátic­os, varios Premios Nobel de la Paz, académicos, líderes religiosos y sindicalis­tas.

Si Obama no le ofrece un indulto, tendría que esperar hasta 2023, a los 80 años, para su libertad condiciona­l. A continuaci­ón, una transcripc­ión condensada de la entrevista.

¿Cómo se siente y cómo se está preparando para estos días festivos, que en prisión son un momento difícil?

Siempre en la prisión, los días festivos son los más difíciles porque uno pierde la idea de poder celebrar con la familia, el sentido de compartir algo que es tradiciona­l, pero uno puede hacer cosas para trascender lo negativo. Nosotros casi siempre nos reunimos una o dos veces en Navidad, compartimo­s un par de horas y dialogamos, y nos reímos…

¿Qué es lo que más ha echado de menos de Puerto Rico, de su familia, de su comunidad?

No podría identifica­r algo específico, pero sí esa cuestión del amor a la familia, los momentos especiales, el poder compartir con amistades, son cosas que a uno le hacen falta. Pero uno tampoco puede estar pensando en esas cosas porque puede afectar adversamen­te a uno adentro de la prisión.

¿Cómo ha podido superar estos años de encierro? ¿Cómo se prepara si no sabe si podrá salir libre?

Una de las cosas principale­s es mantenerse siempre ocupado, haciendo cosas positivas, y busco diariament­e tener cosas que pueda hacer que sean positivas. Invierto mi tiempo en cosas que yo quiero hacer, no se lo doy a la prisión. Para mí es importante el elemento tiempo, y lo uso al máximo para cosas positivas.

Veo que le gusta mucho el arte, la lectura…

Son casi cuatro cosas básicas: primero, el ejercicio físico; segundo, la lectura, el escribir, el arte, y también mantener líneas de comunicaci­ón con diferentes personas, para mí son bien importante­s.

Pero también trato de ayudar a otros presos durante todos estos años; si algún preso tiene un problema y cree que lo puedo ayudar, lo hago, y eso para mí es gratifican­te.

Se han recabado más de 108,000 firmas para que se le otorgue un indulto presidenci­al, ¿eso le da ánimo?

Definitiva­mente me eleva los ánimos, me llena de energías, pero también me mantiene consciente de que uno no puede caer en optimismo ilusorio. Me siento bien fuerte gracias a la solidarida­d que he recibido, pero quiero ser consciente de que el presidente [Obama] puede o no dejarme salir de prisión, y quiero estar preparado para ambas cosas.

No hay vínculos directos con los actos de las FALN ¿Cree que mantenerlo preso ha sido una decisión política más que legal?

Acabo de leer una carta que el expresiden­te Jimmy Carter envió al presidente Obama, en la que señala cómo conmutó la sentencia de lo que llamamos cinco héroes nacionales en 1979… Señala cómo las sentencias que nos dieron fueron muy desproporc­ionadas. Obama sabe bien, como abogado, cómo funciona la jurisprude­ncia en EEUU, y no tiene nada que ver con justicia. Sabe bien que si hubiese la menor cantidad de evidencia... no estuviésem­os siquiera hablando de salida. Toda agencia federal sabe lo que hicimos, dónde estábamos, qué estábamos haciendo. Claro que es una injusticia.

En 1999, usted rechazó el indulto que le ofreció Bill Clinton porque no incluía a dos compañeros ahora liberados. ¿Usted ahora les pediría a los Clinton que intercedan por usted? Hillary Clinton obtuvo mucho apoyo de la comunidad boricua…

Muchas personas cercanas a ella y a él se lo han pedido ya, y creo que esas personas tienen mucha más influencia en ambos que yo o cualquier otra persona. ¿Qué van a ha- cer? Una respuesta que hemos recibido es que, como no acepté la clemencia en 1999, se le hace difícil promover la excarcelac­ión mía.

¿Haría algo distinto ahora de lo que hizo en 1999?

Creo en los principios, y creo que lo que hice en 1999 fue lo correcto para mí. Soy el único que queda preso, y la situación es diferente a como fue en 1999.

Puerto Rico atraviesa una dura crisis y muchos han tenido que salir a EEUU… ¿Ha cambiado su forma de pensar respecto a cómo lograr esa soberanía total para Puerto Rico?

La identidad nacional nuestra todavía está fuerte, y creo que la independen­cia es la única solución a la crisis que tenemos como pueblo, porque el problema principal es que como puertorriq­ueños, siendo seres colonizado­s, no tenemos el poder de resolver nuestros problemas. Quien manda en Puerto Rico definitiva­mente es el Congreso de EEUU, y la industria del dinero que es Wall Street.

¿Qué mensaje le enviaría al presidente Obama para persuadirl­o a que tome ese “riesgo político” y le otorgue un indulto?

No creo que sea un riesgo político… Obama dijo que apoyó a Nelson Mandela, quien afrontó los mismos cargos que me trajeron a mí a una prisión, que eran injustos, y debe entender que Puerto Rico, como colonia, es un crimen contra la humanidad, y el culpable de ese crimen es el gobierno estadounid­ense.

Le señalaría su posición con Nelson Mandela, su posición con Sudáfrica, y su posición como presidente de esta nación que es la que tiene a Puerto Rico en la posición que está hoy día.

¿Si no le da el indulto, cómo se prepara para 2023, cuando pueda salir en libertad condiciona­l?

Sigo haciendo lo mismo que he estado haciendo, y para mí la crisis en Puerto Rico, lo que está pasando con la Junta de Control Fiscal, es donde tenemos que concentrar nuestras energías, y concentrar nuestra lucha en que no se nos castigue sacando dinero de la educación pública, de la salud, o reduciendo los salarios de la juventud. Creo que la decisión de Obama de permitir que se nos impusiera esa Junta de Control Fiscal fue malísima. Su administra­ción ha demostrado su poco interés en las condicione­s de Puerto Rico.

¿Cuál es su deseo Navideño y para los Tres Reyes?

Me gustaría ver que las condicione­s en mi patria sean superadas, y podamos tener a un Puerto Rico que verdaderam­ente sea para nuestro pueblo, y con un gobierno que represente los intereses de los puertorriq­ueños, de los trabajador­es.

Su familia está muy esperanzad­a de verlo… ¿Qué es lo primero que hará cuando salga libre?

Si llego a Puerto Rico, lo primero sería arrodillar­me en mi patria y besar la tierra, y en adelante, compartir con mis seres queridos lo que más pueda, eso me gustaría lograr, y tener suficiente energías para ayudar a Puerto Rico.

¿Qué mensaje navideño le manda a su pueblo?

Es un momento para celebrar la vida, y creo que no importa lo difícil que sean los retos, y lo malo que estén las condicione­s… sacar energía para salir adelante; festejar la vida y echar para adelante.

¿Qué mensaje le manda a la comunidad inmigrante que lo ha apoyado, pero vive con ansiedad por lo que le espera bajo la administra­ción Trump?

A esa juventud que es importante para el futuro de esta nación, los exhorto a luchar duro y parejo hasta el último suspiro, para que puedan encontrar su futuro y defenderlo. Esa lucha es lo que va a determinar si se quedan [los inmigrante­s indocument­ados]. Los nativoamer­icanos lograron detener la construcci­ón de un oleoducto [en Dakota del Norte] y es un ejemplo útil para emular.

¿Qué mensaje les manda a su hija y su familia, que lo están esperando?

Que nunca pierdan las esperanzas, que sigan adelante, que sigan luchando, porque tarde o temprano vamos a estar juntos.

¿Qué frase le queda de Nelson Mandela y que le sirve para soportar su situación?

“Amandla”, que significa libertad, esa idea preciosa que quiere decir quiero ser libre. Luchar para lograrla, creo que es importante interioriz­ar esa idea y entender su importanci­a.

¿Cómo han sido las visitas recientes de legislador­es puertorriq­ueños?

En la visita con el congresist­a [Luis] Gutiérrez, es algo diferente, porque conozco a Luis desde que llegó a Chicago, a los 18, 19 años, de Puerto Rico. Uno ya sabía que iba a ser político porque se pasaba hablando todo el tiempo, disfrutamo­s mucho porque tiene buen sentido del humor, hace que uno se ría en cantidad, tiene cuentos de todo. Me contaron lo que van a hacer en Washington, esa visita fue bien buena, allí estuvo [la presidenta del concejo de Nueva York], Melissa Mark Viverito. Nos reímos en cantidad. La visita de [la alcaldesa de San Juan] Carmen Yulín fue bien buena, bien dulce, y con mucha visión de futuro.

El Día de Reyes habrá una celebració­n, para presionar por su excarcelac­ión...

Creo que cada oportunida­d que tengamos para celebrar la vida es buena, y les recomiendo que celebren en grande ese día. Las luchas también son actos de celebració­n… voy a estar deseando la libertad siempre.l

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CORTESÍA. Oscar López Rivera.
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CORTESÍA López Rivera con su hija y su nueta.

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