No tienen mariscal, pero hay esperanza
Los Raiders visitarán a unos Texans que padecen de lo mismo
Catorce años después de su última aparición en unos playoffs, los Raiders y sus fans (muchos de ellos en el sur de California) se sentían protagonistas y contendientes al Super Bowl. Razones para ello no les faltaban.
Luego de 15 jornadas, el equipo apenas había perdido tres veces, su lugar en la postemporada estaba reservado y la tenacidad e indudable poder demostrados en sus partidos suponían real peligro para los Patriots de Nueva Inglaterra, a todas luces el equipo número 1 de la liga.
Pero entonces los “malosos” sufrieron una herida al corazón en plena Noche Buena durante un juego contra Indianapolis. El quarterback y candidato a “MVP” de la temporada, Derek Carr, fue derribado por el jugador Trent Cole, de los Colts. La pierna derecha se le quedó atorada y el resultado fue una fractura del peroné.
Luego, el domingo, con la opción de todavía acabar como primer sembrado de la AFC, Oakland fue maniatado en su visita a Denver, juego en el que el mariscal suplente Matt McGloin salió por un golpe en su hombro izquierdo.
Y al final del día, los Raiders habían resbalado hasta el quinto peldaño de los playoffs de la AFC y no tenían quarterback definido para su juego de comodines contra los Texans de Houston.
Claramente, las expectativas han bajado en los Raiders. Pero no todo está perdido. Los Texans son posiblemente el más débil de los 12 conjuntos de la postemporada y tampoco tienen resuelta la posición de quarterback.
Tom Savage, quien en la semana 15 fue promovido a titular desbancando a un decepcionante Brock Osweiler, tuvo que abandonar el partido del domingo en Tennessee con síntomas de conmoción cerebral. Ayer, el entrenador Bill O’Brien dijo que no sabe quién será su abridor. En todo caso, ni Savage ni Osweiler suponen una amenaza seria.
Y entonces será crucial lo que el corredor Latavius Murray (788 yardas, 12 touchdowns) y sobre todo lo que la agresiva defensa que lidera Khalil Mack (11 capturas de QB) puedan aportar en lo que podría ser un duelo de pocos puntos, de posición de terreno y goles de campo.O