Impacto a inmigrantes
Las medidas de Trump van a crear daño, coartar derechos y aumentar las deportaciones
Si bien buena parte de las medidas anunciadas tomarán tiempo para implementarse y algunas requerirán de la acción del Congreso, especialmente cuando requieren el uso de fondos públicos como la construcción del “muro” o la contratación de más agentes fronterizos, hay efectos que comenzarán a sentirse de inmediato.
“La principal preocupación que tenemos es la de cómo las autoridades fronterizas van a entender esa retórica. Ya están acostumbrados a actuar con impunidad y sin transparencia”, dijo Christian Ramírez de la Coalición Comunitaria de la Frontera Sur.
Durante la rápida expansión de la Agencia de Inmigración y Aduanas ICE tras el ataque terrorista del 11 de septiembre de 2001 y durante el gobierno de Bush, hubo muchos problemas con agentes que no tuvieron un adecuado entrenamiento y que fueron contratados aceleradamente.
Buena parte de lo que ordena Trump, fue implementado y ampliado por el gobierno del ahora expresidente Obama, llamado “deportador en jefe”. El regreso al programa Comunidades Seguras y a los contratos 287g, volverá a intensificar la colaboración de policías y agencias locales con gobiernos federales.
Y aunque Trump dijo que su enfoque estaría en deportar a personas que “quieran hacernos daño” y a “delincuentes”, la letra de la orden ejecutiva es mucho más amplia y las prioridades de deportación que propone podrían arrasar con muchas personas que no son delincuentes convictos, tal y como lo hizo Obama, especialmente en los primeros cuatro años de su gobierno.
Efecto humano y económico
“El lenguaje de la orden es tan amplio que probablemente lleve a deportaciones sin un proceso debido”, dijo el presidente de la Asamblea de California, Anthony Rendón.
La orden incluye una intensificación de la deportación de personas que viven en el interior del país (muchas de las cuales llevan mucho tiempo aquí y tienen lazos familiares y sociales).
Trump da la impresión de que estados y ciudades que se resisten a implementar la ley migratoria están haciendo algo ilegal, cuando la realidad es están decidiendo no usar recursos locales policiales para detener indocumentados. Pero no pueden impedir que los agentes federales hagan cumplir la ley migratoria.
La pregunta es si Trump puede obligarlas a hacerlo, so pena de castigos económicos.
Alex Nowrasteh, analista del Instituto CATO en Washington, dijo que para que puedan quitar fondos a las ciudades tendrían que volver a aprobar las leyes que aprobaron dichos fondos, con una explicación detallada en la ley de lo que se espera de las ciudades.
Los fondos tendrían que ver directamente con este trabajo, agregó.
El presidente Trump empezó su campaña hablando de una “fuerza de deportación” que sacaría a los indocumentados como lo hizo la Operación Bracero de los años 50 pero luego quiso calmar los ánimos diciendo, como siempre lo hizo el gobierno de Obama, que se enfocaría solamente en “los delincuentes y los que amenazan la seguridad nacional”.
Pero la letra de estas órdenes amplía las categorías de deportación mucho más allá de los delincuentes convictos en los que supuestamente se iba a poner prioridad, creando una línea más bien borrosa que probablemente lleve a más deportaciones de todo tipo de inmigrantes.
Las prioridades establecidas por las órdenes son: extranjeros convictos de cualquier ofensa criminal, extranjeros que han sido acusados de una ofensa criminal, aún sin ser convictos, extranjeros que hayan cometido actos que “pudieran ser un delito”, quienes hayan cometido fraude migratorio o gubernamental.
Otra cláusula de la orden indica que extranjeros que hayan entrado con visa y se hayan quedado o violado términos de las mismas “representan una amenaza significativa a la seguridad nacional”.
Las órdenes contemplan la construcción de más centros de detención cerca de la frontera, probablemente en manos privadas, que ya han sido cuestionados por falta de transparencia y violaciones a los derechos civiles.