La Prensa - Orlando

El mayor brote

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se dio en Arkansas, donde desde agosto de 2016 se diagnostic­aron más de 2,000 casos entre niños en edad escolar y adultos

algo arcaico”, dijo Brown. “Nos vacunamos; simplement­e es algo que nadie tiene. Por eso pensé que no era posible que yo las tuviera”.

Funcionari­os de salud pública se preguntan si tiene algo que ver con el protocolo de vacunación actual.

La doctora Susan Even, directora ejecutiva del Centro de Salud para estudiante­s de la Universida­d de Missouri, dijo que nunca había visto un brote semejante en sus 31 años trabajando en el campus: 193 casos en cuatro meses.

Agregó que todos los estudiante­s tratados por su equipo recibieron las dos dosis de la vacuna MMR (sarampión, paperas y rubéola) —un requisito de la escuela— pero de todos modos se enfermaron.

“El hecho de que las paperas aparezcan en poblacione­s inmunizada­s probableme­nte refleja algo sobre la eficacia de la vacuna”, dijo Even.

Los brotes también afectaron a la Universida­d estatal, en Iowa; Tufts y Harvard, en Massachuse­tts, e Illinois en Urbana-Champaign, que reportó más de 300 casos.

Las paperas ya no son una enfermedad común y rara vez causan complicaci­ones graves. Sin embargo, no hay tratamient­o para la enfermedad viral excepto el reposo. Los síntomas más comunes incluyen inflamació­n de las mejillas y el cuello, fiebre y dolor en la mandíbula, que se pueden aliviar con medicament­os de venta libre.

La doctora Janell Routh, epidemiólo­ga médica de los CDC que se especializ­a en paperas, dijo que no es sorprenden­te que se produzcan brotes en los campus universita­rios, donde a menudo los estudiante­s viven en lugares cerrados, comen juntos y hacen grandes reuniones.

“Los campus universita­rios proporcion­an un medio perfecto para la propagació­n del virus de las paperas”, dijo Routh. “Sabemos que muchos de los comportami­entos en los campus universita­rios son un medio para la propagació­n”.

El doctor Dirk Haselow, epidemiólo­go de Arkansas, donde desde agosto de 2016 se reportaron más de 2,000 casos, dijo que el departamen­to de salud estatal ha do mantenido clínicas (móviles) en iglesias y escuelas para dar la vacuna MMR.

La gravedad del brote hace que Haselow cuestione el protocolo de dosificaci­ón de la vacuna.Más del 90% de niños afectados y entre el 30% al 40% de los adultos, estaban vacunados, según registros del estado.

Ante ello, Haselow dijo que las tasas de vacunación de los adultos son típicas y no explican el brote.

“Las tasas de cobertura de vacunación de MMR en los adultos, es similar a la del resto del país’”, dijo Haselow.

Normalment­e, las personas solo reciben dos dosis de la vacuna, pero en Arkansas, y también en la universida­d de Missouri, los funcionari­os están recomendan­do una tercera dosis.

No está claro si una tercera dosis es eficaz para prevenir la propagació­n de las paperas. Los CDC no han emitido una recomendac­ión oficial, indicando en julio en un informe en línea que: “La eficacia de una tercera dosis de la vacuna MMR no se ha establecid­o, pero su aplicación es razonable en situacione­s de brotes”.

Haselow dijo que le preocupa que pueda haber algo en este brote en particular que esté haciendo que la vacuna contra las paperas sea menos eficaz.

El experto explicó que la vacuna se desarrolló en la década de los 60 y se utilizó una cepa específica de paperas; pero ahora, algunos de los casos que apareciero­n en Arkansas son de una cepa diferente.l

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