Cómo cuidar la salud mental y las emociones en la era Trump Consejos para manejar el temor, la ira y otros sentimientos negativos que surgen como resultado de la actualidad política
Los primeros meses de la administración de Donald Trump han provocado fuertes sentimientos no sólo en la población de EEUU, sino de alrededor del mundo, sentimientos que se manifestaron con protestas y manifestaciones multitudinarias, dentro y fuera del país.
Los psicólogos y terapistas fueron algunos de los profesionales que primero notaron dichos sentimientos, al ver crecer el número de pacientes.
“Desde la elección de Donald Trump hemos notado un aumento inusual de pacientes que llegan a consultar por depresión, coraje, estrés y ansiedad”, indicó Ana Santaolalla, psicoterapeuta, experta en familias, con práctica en Kaiser Permanente y en su consultorio particular.
Hablemos de política
La psicoterapeuta indicó que es común que los pacientes toquen temas de actualidad en sus terapias, pero sólo desde la perspectiva particular que los afecta; pero durante la semana que ganó Trump, el 60% de los pacientes lo mencionaron en sus sesiones.
“Como profesional, no hablo de mi inclinación política en particular, sino que me concentro en ofrecer maneras de procesar las emociones que preocupan al paciente”, Santaolalla.
Y a pesar de que el criterio general de los profesionales de salud mental es mantenerse al margen de las opiniones políticas, el verano pasado, antes de que se conocieran los resultados electorales, un grupo de más de 2,500 profesio- nales de salud mental firmaron un “manifesto”, o proclama, creado por Bill Doherty, terapista y profesor de psicología en la Universidad de Minnesota, oponiéndose al “Trumpismo” (citizentherapists. com/manifesto/).
La proclama “Terapistas ciudadanos en contra del Trumpismo”, describe los efectos psicológicos de la campaña presidencial en los pacientes.
Según el documento, el “Trumpismo” es una serie de principios y comportamientos que los profesionales generalmente tratan de resolver en sus prácticas y que incluyen:
Buscar un “chivo expiatorio”, que puede ser una persona o un grupo en particular, como en el caso de los inmigrantes, para culparlo de todos los males, en lugar de asumir la responsabilidad de los actos propios.
Nunca pedir perdón o admitir errores.
Denigrar y ridiculizar a críticos y rivales.
Subordinar y degradar a las mujeres, y exagerar la masculinidad como ideal cultural.
Promocionar la violencia y el desprecio por las instituciones públicas.
“Muchas mujeres me han expresado en terapia su preocupación de que el Presidente haga comentarios misóginos y denigrantes al hablar de ellas”, agregó Santaolalla. Esto es particularmente estresante entre víctimas de abuso sexual o con problemas de imagen corporal”.
‘¿Cómo le hago?’
Cientos de personas se encuentran en la disyuntiva entre leer o ignorar las noticias, para evitar sentirse mal. Santaolalla aseguró que es posible informarse de manera objetiva.
“Una manera de hacerlo es fijar un tiempo límite por día, especialmente para leer las redes sociales como Facebook o Twitter, donde existen comentarios racistas y de odio que causan estrés”, explicó. La psicoterapeuta recomendó poner límites especialmente en la noche, porque las noticias y comentarios de odio pueden causar insomnio.
acer ejercicio diario, o practicar un deporte.
Hablar con seres queridos y no guardarse dentro las emociones negativas.
Buscar un hobby y otras maneras de canalizar el coraje, como, por ejemplo, a través del activismo.
La meditación es otra manera de lidiar con los sentimientos negativos y relajarse. “En la actualidad, existen ‘apps’ o programas de meditación, como Head Space, que son simples de bajar”.
Según la psicoterapeuta, muchas personas reprimen sus emociones, y estas terminan manifestándose de otro modo.
“Quizás tienen peleas con su pareja, o están continuamente enojados. Mucha gente está estresada, pero no puede determinar de dónde viene ese estrés”, opinó Santaolalla “La terapia es un buen recurso, para quienes tienen acceso a ella”.O
Emociones en cifras
Un estudio realizado en febrero de este año, por el Centro de Investigación Pew sondeó los sentimientos de los norteamericanos en torno a la nueva administración. Compartimos algunos de los hallazgos de la encuesta:
La aprobación general del desempeño de Trump en sus primeras semanas está entre las más bajas de la historia. El 56% de los entrevistados dijo desaprobar la gestión de la nueva administración. En las primeras semanas de su administración, Barack Obama contaba con el 76% de aprobación, George W. Bush con el 60%, y Clinton, 63%.
Según el Centro Pew, sólo el 37% de los entrevistados opinó que Trump era confiable.
El 39% de los encuestados dijo que Trump estaba “bien informado”. Comparado con el 79% que dijo lo mismo de Obama y de Clinton, y el 62%, de Bush.
El 56% opinó que a Trump no le importa la “gente como yo”.
El 72% de los hispanos y el 64% de las mujeres dijeron tener una opinión desfavorable del presidente. Lo mismo ocurrió con los grupos con mayor educación, el 68% de los posgraduados y el 62% de los graduados confesaron tener una imagen negativa del mandatario.