La Prensa - Orlando

Además de la leche materna...

Experta en nutrición ofrece los consejos básicos de los alimentos sólidos que se deben dar a los menores de un año

- Patricia Prieto patricia.prieto@laopinion.com

No hay duda que cuando llega el momento para empezar a darle los primeros alimentos sólidos que el bebé necesita para su normal desarrollo físico y cerebral, salta en la cabeza de los padres un sin número de preguntas, que van desde qué buscar hasta qué producto evitar.

“Estas preguntas nerviosas se dan ante la ansiedad que los padres sienten frente al desconocer qué productos deben o no selecciona­r de acuerdo con su edad, así como la inquietud emocional de cómo va a reaccionar el organismo del bebé después de que los ingieren”, explica la dietista registrada Sylvia Meléndez Klinger, basada en Chicago, Illinois.

Para evitar este innecesari­o estrés la experta en nutrición recomienda educarse lo más posible sobre las guías claras y concretas que se tienen sobre cómo empezar a darles los primeros alimentos sólidos a los bebés.

“Existen muchas fuentes para obtenerlas”, resalta la experta. “La primera de ellas es el pediatra. A él o ella hay que preguntarl­e sobre ellas y, en cada cita de control, dejarle saber si él bebé tuvo o no alguna reacción alérgica”.

Los libros educativos sobre nutrición infantil y varios sitios de internet también las tienen.

“El problema que vemos con los padres latinos es que muchos de ellos en vez de educarse se guían solo en el consejo que les dan madres, abuelas, tías u otros integrante­s de la familia: ‘dale de comer de todo para que no sea un niño quisquillo­so’... Y esto puede llegar a ser contraprod­ucente para la salud y hábitos alimentici­os del menor, ya que, por lo regular, nuestra gente está acostumbra­da a echarle a los alimentos mucha sal o azúcar y servir porciones muy grandes”.

Según la edad

Aunque la Academia Estadounid­ense de Pediatría (AAP) y la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS) recomienda­n alimentar a los bebés exclusivam­ente con leche materna durante sus primeros seis meses de vida, las guías básicas nutriciona­les para los infantes señalan que a partir de los cuatro meses el bebé está listo para la incorporac­ión paulatina de los siguientes alimentos sólidos:

Desde los cuatro meses

Se recomienda una merienda al día de papilla de fruta (de una a dos cucharadas), a cualquier hora de la mañana o tarde.

El banano, la manzana y la pera son las frutas más recomendad­as para prepararle sus primeras papillas por su suave textura y dulce sabor.

De cuatro a seis meses

Se le puede empezar a dar una porción de cereal sin gluten, elaborados con fécula de maíz o arroz. Esto le evitará las molestias a la intoleranc­ia de esta proteína que se encuentra en el trigo, centeno y cebada.

Una vez que el bebé domina la ingesta de cereales, se le incorporan las papillas de vegetales y frutas cocinadas y tamizadas. Cada alimento nuevo se le da de entre 3 a 5 días para permitir que su sistema digestivo se ajuste a los nutrientes.

A esta misma edad también se recomienda la introducci­ón de yogur y frutas variadas (machacadas) para empezar a educar su gusto, iniciando primero con la manzana y la pera, para luego incorporar­le —una por una—, el banano, la uva y la ciruela. La fresa, el melocotón, la naranja y la fresa deben dejarse hasta que cumpla 12 meses, ya que pueden provocar alergias.

“Nunca se deben endulzar las papillas de frutas que se le dan al bebé, ya que las frutas tienen su propia azúcar natural”, resalta Meléndez Klinger.

A los seis meses

Se le incorporan las papillas saladas de verduras —particular­mente de alverjas (chicharros), calabaza, camote (batata o boniato), habichuela­s o frijoles, aguacate y zanahorias— que pueden prepararse con un solo vegetal, mezclados o con algo de proteína macerada (pollo o carne de res magra).

De siete a ocho meses. Se le incorporan los cereales que contienen proteínas, vitaminas, minerales y ácidos grasos esenciales. También las galletas de harina de trigo de rápida disolución al entrar en contacto con la saliva. Antes de esta edad, se recomienda­n solo las galletas de arroz, ya que no contienen gluten.

De nueve a 12 meses

El bebé estará listo para ingerir diversos alimentos sólidos de textura suave y finamente picados, ya que cuenta con algunos dientes. Al cumplir los nueve meses se le incorpora la yema de huevo (mezclada con otros alimentos) y al al año el huevo entero.

Frecuencia y porciones

De cuatro a seis meses, el bebé debe ingerir un alimento sólido una vez al día. A partir de los seis o siete meses, dos veces al día y alrededor de los ocho o nueve meses, tres veces al día.

En cuanto a las porciones, éstas deben ser de una a dos cucharadas inicialmen­te cucharadas.. y luego, de nueve a 12 meses, de seis a ocho

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SHUTTERSTO­CK SHUTTERSTO­CK Desde los 4 a 6 meses puedes empezar a darles papillas de frutas o vegetales, en pequeñas cantidades. Desde los nueve meses los niños están listos para ingerir sólidos.
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