Cómo evitar la escoriación al ejercitar en verano
Experto ofrece consejos para prevenir las dolorosas heridas provocadas por el roce o frotamiento de la piel
Han pasado ya tres años de esto, pero todavía tiene en la base de sus senos bien marcadas las dos grandes manchas que le dejó una escoriación que experimentó en una de sus prácticas de trote como parte de su preparación como maratonista.
La experiencia fue horrible, al igual como las cicatrices que me quedaron”, cuenta con voz agitada Myriam Pérez, una microempresaria de origen mexicano y residente de Pasadena, California. “Nunca me imaginé que cuando se ejercita en los días de mucho sol y humedad se provocan unas rozaduras que, ¡cállate!, son súper feas y dolorosas”.
Pérez se refiere a la temida escoriación, una irritación cutánea que se produce cuando se da un constante frotamiento de piel con piel o piel con ropa, tras la que se forman unas llagas rojas en las áreas afectadas que pueden llegar hasta a sangrar. Y esto último fue lo que le pasó a Pérez.
“Llevaba menos de una hora trotando en la playa, en un día bien húmedo y caluroso, y empecé a sentir un ardor en la base de mis senos, justo en la zona donde el tejido del sostén es más grueso y se humedece con el sudor, pero no quise moverlo porque a veces la molestia es peor... Así que, seguí trotando y solo al terminar me vine a dar cuenta que mi camiseta estaba toda ensangrentada”, recuerda la corredora aficionada, quien ha participado en medias y largas competencias en diversas ciudades de México, Estados Unidos, Canadá y Asia.
Los síntomas
El Dr. Carlos Rodríguez, médico internista en las instalaciones de Kaiser Permanente en el Condado de Kern, California, explica que en el proceso de la escoriación — que se provoca primordialmente por la sudoración y el roce— se presenta comúnmente estos síntomas: ardor o escozor, sensación de quemazón, picazón, irritación exagerada, inflamación, hinchazón y sangrado en los casos graves.
Este tipo de herida de la piel, que se presenta básicamente por el desprendimien- to de epidermis y de alguna porción superficial de la dermis, luce como unas llagas dolorosas y sensitivas al tacto.
“Las rozaduras me dolían hasta cuando el agua de la ducha resbala o cae directamente sobre ellas”, rememora Pérez.
Los más vulnerables
El Dr. Rodríguez explica que cualquier persona puede sufrir escoriación o rozadura en algún momento de la vida, incluyendo los niños, pero es más común en los deportistas y quienes tienen sobrepeso.
En los obesos, la molestia se da tras rozarse la piel del área interna de los muslos, mientras que en los amantes del ejercicio o los deportes se genera tras un movimiento repetitivo que provoca fricción en cualquier zona de la piel, ya sea con la misma piel o los textiles o uniones de la ropa que se usa.
La escoriación también es común en las personas con sudoración excesiva, ya que ésta promueve el salpullido o la irritación de la piel en diversas zonas del cuerpo, que pueden terminar en este tipo de lesión.
La ropa ceñida o mojada se encuentra también entre los agentes comunes que causan la escoriación debido a que promueve la fricción de los textiles con la piel.
Aunque la escoriación puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, el doctor explica que las zonas más vulnerables son la ingle, los muslos (en su cara interna), los senos, los pezones (tanto en los hombres como las mujeres) y las axilas.
“[La escoriación] se puede dar en cualquier día del año, pero la vemos con mayor incidencia en los meses del verano porque la gente tiende a sudar más y participar en más actividades recreativas o deportivas al aire libre”, resalta el especialista en medicina interna.
Cómo tratarla
Cuando se experimenta una lesión provocada por la escoriación o rozadura, el Dr. Rodríguez explica que se deben de seguir estas medidas de primeros auxilios:
Lavar suavemente la zona irritada con agua y jabón para retirar el sudor o la mugre retenida, secar bien (al estilo de golpecitos y no de roce) y aplicar sobre ella un ungüento o crema antibacteriana.
Hacer una cita con el médico de cabecera o dermatólogo si la lesión en vez de mejorar empeoran con la aplicación de estas medidas de autocuidado durante dos o tres días, ya que puede ser que la herida esté infectada y requiera de la aplicación de un ungüento recetado.
Dejar que la piel sane antes de volver a realizar la actividad que provocó la escoriación, ya que si se vuelve a experimentar fricción en la misma zona esto empeorará la herida y puede hasta causar una infección.