Me equivoqué”
Entrevistamos al exvicepresidente por el estreno del documental “An Inconvenient Sequel: Truth To Power”
Al Gore ha vuelto a la carga. El exvicepresidente de EEUU que venció a George W. Bush en voto popular en las elecciones del 2000 sigue al pie del cañón luchando contra el cambio climático pese al continuo forcejeo con Donald Trump, protagonista en el nuevo documental que se estrenó el pasado viernes: “An Inconvenient Sequel: Truth To Power” (“Una incómoda secuela: la verdad al poder”).
Gore, que ya se hizo en con el Oscar a Mejor Documental en 2007 con la primera parte de la película, atendió por teléfono a este periódico para contar cómo fue su conversación con el presidente antes de que retirara a EEUU del Acuerdo de París, las maneras que tienen los ciudadanos de contribuir a paliar esta crisis y el gran olvidado cuando se habla de cambio climático.
En el documental vemos a decenas de países celebrando el Acuerdo de París, pero parece que el Presidente va en otra dirección…
Al Gore: Cuando [Trump] sacó a EEUU del Acuerdo de París yo estaba preocupado de que tendría un impacto negativo en el resto de países, pero no lo ha tenido. Todo el resto del mundo ha redoblado su compromiso para solventar esta crisis sin tener en cuenta lo que él diga. En EEUU una gran cantidad de líderes han anunciado que siguen apoyando el acuerdo y que Trump no los representa. ¿Qué nos puede contar de las conversaciones que tuvo con él antes de ese anuncio?
A. G.: Protegeré la privacidad de esas conversaciones, pero le puedo decir que intenté como mejor pude hacer que entrara en razón y de verdad pensé que lo iba a conseguir. Me equivoqué. Se ha rodeado de gente que deniegan del cambio climático que parece que controlan lo que él piensa de esta crisis.
Sin embargo esto no es algo nuevo, ya lo fue diciendo durante la campaña electoral y millones le votaron de igual manera…
A. G.: La mayoría del apoyo que recibió en la pasada campaña se debió a la ira generalizada entre gente que no cree que la globalización les afecte. Estamos enfadados sobre salarios, impuestos, ingresos medios y en temas que podrían volcar el tablero. Los votantes se identificaban con ese enfado y con su temperamento, pero ahora está perdiendo apoyo en su propio equipo. Miembros del Partido Republicano están cuestionando su liderazgo y su capacidad de juicio. Muchas ciudades, incluso con líderes republicanos, se han dado cuenta de que han ahorrado dinero dejando de usar combustibles fósiles sucios y utilizando energías renovables más baratas.
La película escenifica las decisiones de políticos y grandes personalidad detrás de las escenas pero, ¿qué poder tienen los ciudadanos de a pie para revertir esta crisis?
A. G.: Lo primero que tienen que hacer es aprender sobre esto. Que lean libros, que vean películas. Cuando aprendan sobre ello, utilicen sus voces para imponerse en las conversaciones que aparezcan sobre cambio climático. Eso es lo esencial en cualquier revolución social o política, tienes que ganar el argumento desde la base. Que usen sus votos, que de verdad importan. Usen sus elecciones cuando estén en el mercado, y elijan alternativas amigables para el cambio climático, eso manda un mensaje a los que llevan negocios. La reducción del consumo
de carne y productos lácteos podría marcar la diferencia, pero apenas se menciona en la película.
A. G.: Los directores eligieron centrarse en la quema de combustibles fósiles porque es de lejos la primera causa del cambio climático. Pero sí, la agricultura animal es parte del problema. Comer menos carne es bueno para la salud, pero no intento decirle a la gente cuál debe ser su elección dietética. Es una elección personal, yo he sido vegano los últimos cinco años.
Usted es una persona muy optimista, ¿cuál es el siguiente paso?
A. G.: Ha habido una incremento enorme en la concienciación de la gente y cada vez las soluciones están más disponibles. Creo que la reacción ante Donald Trump ha significado una respuesta significativa en el activismo ecológico y mucha gente se ha dado cuenta de que tiene que abordar el problema de manera personal para ayudar a resolverlo.