‘No construimos naciones, matamos terroristas’
Trump revela, sin detalles, su estrategia militar para Afganistán y el sur de Asia
Para mantener el elemento sorpresa en una guerra que condenó como candidato, el presidente Donald Trump delineó su nueva doctrina en Afganistán y el sur de Asia, destacando que la meta de EEUU no es “construir” naciones sino de “matar a terroristas”.
Durante su primer discurso televisivo en horas de máxima de audiencia, desde la base militar de Fort Myer en Arlington (Virginia), Trump explicó los principios que guiarán su estrategia político-militar en Afganistán, que supone el conflicto bélico más prolongado de EEUU, aunque repleto de retórica antiterrorista y con pocos detalles sobre la vara para medir su éxito en la región.
“Ya no estamos construyendo naciones. Estamos matando terroristas”, dijo Trump, teniendo a sus espaldas a varios soldados en el fuerte militar.
“No diré cuándo atacaremos, pero atacar lo haremos”, afirmó Trump, quien puso el ataque terrorista en Barcelona como ejemplo de que los terroristas no conocen límites ni fronteras.
Aunque el Presidente no ofreció cifras sobre el número de soldados adicionales que serán desplegados al país asiático –ni dio cronograma, o fecha de salida-, la Administración dijo recientemente que unos 3,900 soldados serán enviados a ayudar en el combate contra grupos terroristas.
Se calcula que la guerra en Afganistán, lanzada en octubre de 2001, tras los atentados del 9/11, ya ha costado a EEUU $841,000 millones, y se ha cobrado la vida de cerca de 2,400 soldados, además de 20,049 lesionados. Esa guerra, también ha causado la muerte de 1,173 contratistas civiles de EEUU, según datos oficiales.
Durante la contienda, Trump criticó la estrategia de su antecesor, Barack Obama y dejó en claro que si ganaba la presidencia, él retiraría a las tropas.
Ahora, Trump reconoció que aunque su “instinto” inicial era retirar a las tropas de EEUU de Afganistán, la realidad de gobernar desde el Despacho Oval es “distinta”, por lo que la estrategia se guiará por las condiciones sobre el terreno.
EEUU tiene tres intereses principales en Afganistán: un plan para la victoria a largo plazo; evitar una salida precipitada que cree un vacío de poder que beneficie a los terroristas –como ocurrió en Irak en 2011, dijo-, y
Trump también exigió que Pakistán, al que acusó de dar refugio a extremistas mientras recibe “miles de millones de dólares” de EEUU, redoble sus esfuerzos contra los grupos terroristas como el Estado Islámico (ISIS) y Al Qaeda, a los que describió como “matones, criminales, depredadores y perdedores”.
Pero la estrategia de Trump mantiene en pie muchos de los elementos políticos, militares y diplomáticos de la que tuvo Obama, en el sentido de que “los afganos serán responsables por su seguridad y construcción de su país”, además de aumentar la presión sobre Pakistán.
Trump necesitará el respaldo del Congreso para llevar a cabo su nueva estrategia en Afganistán.
En un foro organizado por la cadena CNN, el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, elogió el discurso de Trump y dijo estar “complacido” con la decisión de la Casa Blanca porque, a su juicio, ya era hora de que EEUU tuviese una estrategia “integral” en Afganistán.
“No podemos permitir que se materialice otro refugio seguro para terroristas”, dijo Ryan.
Pero otros influyentes líderes republicanos, entre ellos el senador Rand Paul, dejaron en claro antes del discurso de que se oponen a una ampliación del con- flicto en Afganistán.
Leyendo con la ayuda de un TelePrompter, Trump se describió como alguien que “resuelve problemas”, y su discurso no contuvo su conocida retórica incendiaria, aunque ofreció a la opinión pública la complejidad de matices en la política exterior de EEUU.
El número no precisado de soldados estadounidenses que serían desplegados a Afganistán –encima de los 8,400 afincados allí- serviría de complemento a los centenares de asesores adicionales que enviaría la organización transatlántica de la OTAN y países europeos para el conflicto bélico en ese país.
En la actualidad, el gobierno de Afganistán aporta a los esfuerzos militares unos 21,000 soldados de operaciones especiales, que conforman el 7% de sus fuerzas de defensa y seguridad nacional. Los soldados estadounidenses tienen un papel clave de asesoría, capacitación y logística para combatir a los talibanes y demás grupos extremistas, pero pueden abrir fuego en defensa propia.
Tras una convulsionada semana en la que fue criticado por sus reacciones a la violencia en Charlottesville (Virginia) a manos de grupos supremacistas, Trump abrió su discurso con un mensaje de agradecimiento a las tropas y otro contra el odio y la intolerancia en EEUU.
“Una herida infligida contra un solo miembro de nuestra comunidad, es una infligida contra todos. Cuando adolece una parte de EEUU, todos adolecemos. Y cuando un ciudadano sufre una injusticia, todos sufrimos”.l