VERDADERAMENTE VALIOSO
Acabo de leer el siguiente mensaje y deseo compartirlo con ustedes. “A medida que envejecemos entendemos más y más que lo que es más valioso en la vida. No es como nos vemos físicamente, ni las cosas materiales que poseemos. Lo verdaderamente valioso es la persona en quienes nos hemos convertido”.
Vivimos en una sociedad donde el pensamiento que domina es “cuánto tienes, cuánto vales”. Las dietas, cirugías plásticas y la ropa de marca determinan cuan alta o baja será nuestra estimación propia. La autocrítica y los comentarios de familiares y amigos sobre nuestra apariencia o nuestra situación socioeconómica, tanto en persona como en las redes sociales, son ataques destructivos y hasta han causado que jóvenes y adultos se suiciden.
Creemos todo lo que dicen los anuncios de televisión y miramos a las actrices o actores y pensamos que debemos vernos como ellos. No nos damos cuenta de que han sido retocados, padecen de anorexia o bulimia y muchos no sienten felicidad a pesar de todo lo que tienen.
Se nos olvida tomar tiempo para identificar todas las bendiciones pequeñas y grandes que hemos tenido y tenemos, porque solo vemos lo negativo. Otro pensamiento que he citado en mis columnas es: “Felicidad no es tener lo que queremos, sino querer lo que tenemos”.
Agradezco a mis padres y abuelos que me enseñaron el valor de servir y ayudar a mi comunidad y a los menos afortunados repitiendo: “Haz bien sin mirar a quien.”. Me ayudaron a reconocer que nadie es perfecto y que no hay fracaso en la vida si aprendemos de nuestros errores.
La vida tiene altas y bajas, retos y logros, momentos para celebrar y momentos para aprender. Hagamos lo posible por aprender estas lecciones y enseñárselas a nuestros hijos(as) como nuestro legado de vida.