Irma se ensaña con el Caribe y apunta a Florida
Puerto Rico se enfrenta al huracán Irma, de categoría 5, con todas las medidas de prevención posibles tomadas por las autoridades para evitar daños y la pérdida de vidas humanas, ante un fenómeno de una magnitud no recordada en la región que ya provocó daños en las infraestructuras.
Al menos tres personas han muerto y otras dos han resultado heridas graves en los territorios franceses de San Martín y San Bartolomé, en las Antillas, por los efectos del huracán Irma, anunció la ministra gala de Ultramar, Annick Girardin.
En República Dominicana, un total de 17 provincias, entre ellas Santo Domingo, la capital, se encuentran en alerta roja (máxima), 12 en alerta amarilla (intermedia) y tres en verde (mínima), mientras que en Haití se declaró la alerta roja en todo el país, que aún no se recupera de los devastadores efectos del huracán Matthew del año pasado.
Los vientos sostenidos, según el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan, podrán alcanzar en Culebra hasta 145 millas por hora (230 kilómetros por hora).
A pesar de los preparativos y esfuerzos de las agencias gubernamentales, ya había, incluso antes del impacto directo del ciclón, 300,000 abonados sin servicio de energía eléctrica, lo que significa cerca de un 20 % de los clientes de la compañía estatal.
La dirección de la Autoridad de Energía Eléctrica reconoció esta semana que el sistema no resistirá la fuerza del huracán y que hay áreas de Puerto Rico que no recobrarán el servicio hasta por lo menos dentro de 3 meses.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, informó de que el servicio de luz se interrumpió en varios municipios de la zona norte y central, algo que ha afectado ya también a San Juan.
La caída de árboles es uno de los motivos de los proble- mas en el sistema eléctrico, que con el paso de las horas se espera que quede severamente afectado a excepción, quizá, del algunas partes del área sur de la isla caribeña.
La proximidad a las zonas costeras y la debilidad de algunas viviendas provocó que ya haya 1,000 personas que han acudido a algunos de los 460 refugios distribuidos por la geografía de la isla.
Aunque la mayoría de supermercados y tiendas amanecieron cerrados, los pocos abiertos ya no contaban con hielo debido al acaparamiento y el cierre de todas las plantas de producción.
El Gobierno de Puerto Rico lleva días insistiendo a la población en que se tomen todas las medidas de precaución necesarias, además de que se han evacuado a las personas que habitan en áreas inundables y viviendas peligrosas, por lo que se espera que el impacto de Irma, al menos, no suponga pérdidas humanas.