EMPATÍA Y COMPASIÓN
Durante el último mes hemos sido testigos o vivido grandes desastres naturales o trágicos tiroteos que han traído muerte, carencia, grandes retos y desesperación. Aunque los políticos juzguen a los damnificados o duden que haya problemas de cambios climatológicos, los estamos viviendo en carne propia.
Hemos visto a nuestros hermanos de todas nacionalidades, religiones y clases sociales, personas famosas o ciudadanos sencillos, unirse para ayudar con lo que pueden. Dicen que lo hacen porque sienten empatía y compasión.
Empatía es el valor que nos permite ver lo que las personas están viviendo y poder visualizar cómo nosotros nos sentiríamos si esto nos pasara a nosotros o a nuestros seres amados. Es el valor que nos mueve a ayudarnos unos a otros. Implica comunicación.
Compasión es el valor que nos hace sensibles y humanos frente a las dificultades y problemas de los demás. Es un sentimiento de lástima que puede causar distancia entre el que sufre y el que observa. Tenemos que tener cuidado de no juzgar ni sentirnos superiores a aquellos que sufren.
Juntos estos valores promueven comprensión y unidad. Nuestro trabajo es aprender y enseñar a nuestros hijos ambos valores.
Sentimos pena y a veces ira porque hay personas que se aprovechan o se burlan del sufrimiento humano.
Es en momentos de necesidad que vemos el calibre humano de las personas. Admiramos a personas como la alcaldesa Camen Yulín caminando las calles inundadas de Puerto Rico ayudando y pidiendo ayuda con lágrimas en los ojos.
Admiramos a familiares, vecinos y comunidades enteras que trabajan día a día sin descansar por el bien de todos. Los que ponen sus vidas en peligro excavando los escombros cuando el suelo mexicano sigue temblando.
“Bienaventurados los misericordiosos, pues ellos recibirán misericordia”. Pido a Dios bendiciones para todos los que sienten empatía y compasión y practican la misericordia día a día.