Un viaje mágico
La gran pasión de los mexicanos por el fútbol americano profesional ha sido plasmada con récords de asistencia en las tribunas, apoyo incondicional y partidos oficiales; todo empezó en un fascinante lodazal
Aquel 15 de agosto de 1994 fue un fascinante caos al sur de la Ciudad de México. La presencia de los Cowboys de Dallas por primera vez en un país donde ya eran casi tan populares como el América o las Chivas había desquiciado el tránsito de la gran urbe bajo una tenaz lluvia.
El primer llamado American Bowl de la NFL efectuado en territorio mexicano fue el gran acontecimiento. Los partidos de la liga eran desde décadas atrás consumo nacional de los aficionados. Por eso cuando se anunció que el equipo vaquero y los Oilers o Petroleros de Houston jugarían allá, el público enloqueció. Los 112,376 espectadores que saturaron el Estadio Azteca así lo demostraron.
Esa cifra impactó al público de los Estados Unidos, donde fuera de los propios aficionados mexicanos nadie podía creer que el deporte del fútbol americano fuera tan gustado al sur del Río Grande. El “entradón” en el Azteca sigue siendo el récord histórico de fans para un partido de la NFL.
El duelo entre Cowboys y Oilers fue todo menos espectacular. El entonces equipo de Houston (la franquicia se mudaría a Tennessee para convertirse en los Titans) ganó 6-0 en un lodazal. Pero para quienes estuvieron ahí presenciando historia, el desarrollo del juego fue lo de menos.
Este 19 de noviembre el Estadio Azteca volverá a vibrar, ahora con el partido entre los Raiders de Oakland y los Patriots de Nueva Inglaterra, el cual marcará otro punto de evolución en cuanto a la presencia de la NFL en México.
Los orígenes del deporte del fútbol americano en México se ubican desde finales del siglo XIX, y de manera organizada y competitiva en la década de los 30, cuando a la usanza “americana” se conformaron equipos universitarios.
Antes de recibir Juegos Olímpicos, Panamericanos y Copa del Mundo, el Estadio Olímpico de la UNAM se llenó de pasión en los años 50 y 60 con los clásicos de fútbol americano universitario entre Universidad Nacional y Politécnico.
Así, cuando los juegos de la NFL comenzaron a ser transmitidos por televisión en México de manera regular en la década de los 70, se generó una enorme afición, específicamente por los grandes equipos de la época: Cowboys, Steelers, Raiders, etc.
La NFL, de hecho, llevó su primer partido de exhibición a México en 1978. Fue un Filadelfia-Nueva Orleáns con modesta organización que tuvo como sede el actual estadio del Cruz Azul, entonces llamado Estadio de Ciudad de los Deportes.
Pero cuando la serie de juegos de exhibición conocidos como American Bowl llegó al Azteca con el gigante Televisa como socio organizador de la NFL, todo fue muy distinto.
Los aficionados pudieron ver en vivo a Dan Marino y John Elway en el duelo Miami-Denver de 1997; a los Cowboys fallar por tercera vez seguida en anotar touchown en una derrota contra los Patriots en 1998, y a Peyton Manning con el uniforme de los Colts enfrentar- se al popular Pittsburgh en 2000.
Luego, en su entendido de que el mercado mexicano era y es el más importante para la liga fuera de los Estados Unidos, la NFL se animó a permitir que México hiciera historia con el primer partido oficial realizado en el extranjero: los Cardinals de Arizona vencieron a los 49ers de San Francisco ante 103,467 espectadores, un récord de partido de temporada regular que se mantuvo vigente por varios años.
La extendida ola de violencia entre grupos de crimen organizado que dominó las noticias de México mantuvo a la NFL mirando a la distancia durante años, pero regresó hace un año con un juego de lunes por la noche entre Raiders y Texans de Houston en un Estadio Azteca con menor aforo pero mejor adaptado.
Y ahora, el choque entre Raiders y los campeones Patriots que fácilmente puede ser un adelanto de playoffs. Un partidazo, grandes estrellas en el campo como el legendario quarterback Tom Brady y partidos oficiales en años seguidos.
La historia continúa.l