NINGUNA LLAMADA VALE MÁS QUE LA VIDA
Saludos. ¿Por dónde empezar ésta semana? Pues les diré que vuelvo con las motoras y lo que sucede cuando un auto lo impacta. ¡Es asombroso! Cada parte del cerebro sufre rotura o daño irreparable. No me malinterpreten, no tengo nada en contra de motoras, lo que quiero es que cuiden y velen a los motociclistas e igualmente que respetan a las bicicletas.
Les comparto las realidades de la vida ya que los daños que tuvo mi hijo al recibir el impacto del auto del irresponsable que manejaba. Manejar un auto es un privilegio y es un arma. Hay demasiadas personas texteando mientras manejan. Hay que mirar la carretera porque uno puede manejar bien pero no sabemos lo que está haciendo la otra persona. Mi hijo está vivo porque así lo quiso nuestro Señor pero no será jamás la misma persona. Manejaba tranquilo su motora para lavarla y aún con casco puesto su vida ha cambiado para siempre. Terapias, cursos, etc. y tres años después hay un poco de luz al final del túnel… pero con daños irreparables. Volver a aprender, si se puede.
Muchas veces he oído a personas decir cuando pasan motocicletas “ahí va un donante de órganos”. ¡Qué! A esas personas les aseguro que no. Cuando un auto le da a una motora los daños que sufre esa persona no le permiten darle nada a nadie. Costó $1.3 millones mantenerlo vivo y por consiguiente estamos hablando hoy del tema.
Ninguna llamada vale más que la vida humana. Manejen con cuidado, por favor, con los ojos puestos en la carretera. El irresponsable de 19 años que le dio a mi hijo revivirá ese momento por el resto de su vida. Pudo haber estado preso si las consecuencias hubiesen sido otras.
Que tengas un hermoso día.