El futuro de los Dreamers, en vilo en el Congreso
Un fallo judicial en contra de la eliminación de DACA arrojó incertidumbre a un ya complicado debate en el Senado para la legalización de los Dreamers, aunque los republicanos —por ahora— intentan lograr un acuerdo definitivo esta semana.
El pasado martes se dio un segundo fallo judicial, del juez federal Nicholas G. Garaufis, en Nueva York, en contra de la eliminación del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA).
Según Garaufis, la Administración Trump tuvo autoridad para eliminar DACA pero no ofreció “razones legales adecuadas” para su decisión de septiembre pasado, que se apoyó en la “incorrecta premisa” de que el programa era ilegal.
Así, el fallo de Garaufis, sumado a otro del juez federal William Alsup en Sacramento (California) el mes pasado, significa que DACA continuará en vigencia más allá del plazo que impuso la Administración Trump del próximo 5 de marzo, a menos que el Tribunal Supremo diga lo contrario.
Por ahora, ha crecido la incertidumbre sobre si los demócratas y republicanos en el Senado podrán aprobar una medida bipartidista para legalizar a los Dreamers con los 60 votos mínimos necesarios.
El mes pasado, el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, prometió a los demócratas un debate amplio y “justo” si éstos aprobaban un presupuesto que evitara un cierre del gobierno. En esa ocasión no fijó plazos, pero ahora quiere concluir el debate esta misma semana.
“No hay razón alguna para que no logremos una solución bipartidista esta semana. Para lograrlo, necesitamos comenzar el debate, evitar sumar puntos políticos, y centrarnos en hacer leyes”, dijo McConnell. “Cumplí con mi compromiso, y espero que todos cooperen para que esta oportunidad no sea un desperdicio”, dijo.
McConnell y muchos líderes de su bancada se han manifestado a favor de una medida republicana, del senador Chuck Grassley, que se ciñe al polémico plan migratorio del presidente Donald Trump, al que se oponen los demócratas.
A cambio de legalizar a 1.8 millones de Dreamers, el plan de Trump exige una estrategia de $25,000 millones para recrudecer el combate contra la inmigración ilegal y una reducción de la inmigración legal.
Por su parte, el senador John Cornyn dijo que los demócratas aún no han ofrecido una “contraoferta” a la propuesta de Trump que pueda convertirse en ley.
Los demócratas por su parte han dicho que están dispuestos a negociar elementos de la seguridad fronteriza pero ponen la raya en lo que respecta reducir las visas de reunificación familiar.
Otra gran traba en las negociaciones es que no hay acuerdo sobre cuáles de las medidas que pululan en el Senado se someterán a votación ni cuándo.
El Dream Act, de los senadores Dick Durbin, demócrata por Illinois, y Lindsey Graham, republicano por Carolina del Sur, goza de amplio apoyo popular pero es dudoso que ob- tenga suficiente apoyo de los conservadores.
Lo que salga del Senado tiene que ser aprobado también en la Cámara de Representantes, pero su presidente, el republicano Paul Ryan, ha dicho que solo permitirá el voto de una legislación que tenga el aval de Trump.l
Trump dice que es ‘la última oportunidad’
EFE El presidente Trump había advertido a los legisladores, antes del fallo del juez Nicholas G. Garaufis, que encaraban “la última oportunidad” para resolver antes del 5 de marzo el futuro de DACA, que protege de la deportación a 690,000 jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños. “Las negociaciones sobre DACA han comenzado”, señaló Trump en Twitter.